Inés Rey se burla de la Xunta por los medios que solicitó al gobierno de Sánchez para evitar que los sacos de pellets llegasen a las playas gallegas.

Lo volvió a hacer. Otro ridículo espantoso y van muchos. Les cuento. Megaconvención del PSOE este pasado fin de semana en A Coruña y la alcaldesa, Inés Rey, tenía el papel de dar la bienvenida y decir que el candidato Gómez (Besteiro) era firme candidato para alcanzar la gloria de ganar las elecciones autonómicas, sin que se le escapase una sonrisa del que miente a sabiendas. Era fácil, pero le resultó imposible. La volvió a liar.

La Rey-na se sintió cómoda y se vino arriba. “Se van a enterar estos panolis del PP” pensó y el candidato Gómez empezó a sudar. Se arrancó con un monólogo que ha entrado en la candidatura de meritorios al Club de la Comedia, mientras Gómez miraba despavorido a su alrededor: “Al principio, ellos (por la Xunta) no sabían nada a pesar de las llamadas al 112 (de ciudadanos que veían alguna bolita de plástico en alguna playa) y cuando por fin se enteraron dijeron que no era su competencia” afirmó sin ponerse colorada. 

Inés Rey no reconoció que el gobierno de Sánchez tardó casi un mes en comunicar a la Xunta de Galicia la pérdida de contenedores de un carguero en Portugal y se burló d ellos medios solicitados por el gobierno de Rueda para evitar que los sacos de pellets llegasen a las playas gallegas.

Inés Rey sabe que el gobierno de su amado líder Sánchez tardó casi un mes en comunicar oficialmente a la Xunta de Galicia la pérdida de los contenedores de un carguero en aguas de Portugal y la posterior diseminación de sacos llenos de bolitas de plástico en el mar. Por lo tanto, el responsable de lo que pasa en el mar y en la franja litoral, el gobierno de Pedro Sánchez, ocultó este vertido a la Xunta de Galicia y, lo que es peor, a los gallegos. Lo ocultaron, no pusieron medios suficientes ni en el mar para recoger los sacos de pellets antes de llegar a las costas gallegas, ni en las playas para ayudar a los ayuntamientos a limpiar sus playas. Esa es la triste realidad. A Pedro Sánchez, los gallegos le importamos un pimiento y el medioambiente sostenible un rábano.

Es evidente que la única intención de los tres mosqueteros cuya única intención es “progresar” hasta la Xunta de Galicia (PSOE, BNG y SUMAR) es tratar de fabricar un falso Prestige (2ª parte). Les da exactamente igual el daño que esta polémica artificial causa a la imagen de Galicia y, sobre todo, el roto que se le hace a la gente del mar. Incluso son capaces, este fin de semana pasado, de montar una manifestación en Santiago de Compostela en defensa del sector de la pesca, cuando los únicos responsables de defender ese sector en Bruselas, el gobierno sanchista, se encontraba reunido a tan solo 70 Km en la ciudad de A Coruña – ahí se plantaron en Santiago el trío calavera (Ana Pontón, Gómez Besteiro y Marta Lois) para criticar lo mal que lo hace la Xunta de Galicia en una cuestión que es competencia del gobierno de Pedro Sánchez. 

Inés Rey esquivó su responsabilidad como alcaldesa en la limpieza y conservación de las playas coruñesas, recogida en la ley de Costas.

Ya lo hemos dicho, subestimar a los gallegos es jugar con fuego y sólo tenemos que esperar unos días para esperar los efectos de esta “manifestación contaminante” en las urnas, el próximo 18 de febrero.

Pero Inés Rey siguió su monólogo criticando que la Xunta de Galicia se comunicara con los ayuntamientos para recordar la obligación de los municipios en la lucha contra cualquier tipo de contaminación y espetó: “Como dicen los jóvenes, limpia tú que después te hago un Bizum”. O la alcaldesa no conoce la ley, lo que sería preocupante, o la conoce y trata de engañar a sus vecinos, lo que sería peor. La Ley de Costas establece en su artículo 115 las responsabilidades de los ayuntamientos en la limpieza y conservación de sus playas e Inés Rey sabe que está faltando a la verdad. Le da igual, todo vale con tal de engañar y ganar las elecciones en terreno embarrado. Eso sí, en los primeros días, para sacar una foto que demostrase su compromiso con la lucha contar los pellets, cometió la torpeza de meter palas excavadoras en los arenales de la ciudad, lo que no logró limpiar esas playas de pellets, sino enterrarlos en la arena. Es lo que pasa cuando se actúa sin pensar, buscando la foto y no persiguiendo una solución al problema.

Por último, criticó los medios que la Xunta solicitó al gobierno central para evitar la llegada de los sacos de pellets a las playas gallegas y colaborar con los ayuntamientos en la limpieza de sus playas: “No sabemos si lo que pidieron era para limpiar las playas o para invadir Portugal” espetó la lideresa coruñesa, lo que logró los aplausos de la legión de palmeros que acudieron a la llamada de su amado líder, Pedro Sánchez. La verdad es que esto muestra el nivel de compromiso de esta tropa con la lucha contra cualquier tipo de contaminación. No se ríen de los medios solicitados, se ríen de todos los gallegos en su cara.

Ya para finalizar, este esperpento no podía tener mejor colofón. Sus compis socialistas premiaron a la alcaldesa por ser la segunda alcaldesa de la ciudad, que no la primera como afirmó Inés Rey. La primera alcaldesa de A Coruña fue Berta Tapia a finales de 1978. Por mucho que la Rey-na repita ese mantra, la historia no se puede retorcer, como le gusta hacer a sus socios independentistas catalanes. Es segundona en esto y en casi todo.

Foto. Inés Rey recogiendo un premio por ser segunda

La verdad es que José Luis Rodríguez Zapatero, expresidente socialista de infausto recuerdo, admirador de Chávez y Maduro, le había puesto el listón muy alto con su intervención en este evento. Fue el único que confesó abiertamente su apoyo a la decisión de otorgar la amnistía a todas las personas que cometieron delitos en el intento de golpe de Estado en Cataluña en 2017, incluido el prófugo Puigdemont, pero su momento cumbre fue cuando afirmó: “Este es el mejor momento de la historia de España” y, con un par, sentenció “no hay violencia política, no hay un Gobierno de corrupción y trabaja más gente que nunca”. Zapatero se olvida del caso Tito Berni y los otros 129 casos judicializados que arrojan sospechas sobre la gestión de gobiernos socialistas a lo largo y ancho de toda España, con un coste estimado de 124.123.915.826 €, como publica https://casos-aislados.com/

A pesar de la sobrada del maestro Zapatero, la intervención de Inés Rey logró el apoyo de crítica y público y, volvió a lograr otro episodio de bochorno para los coruñeses y varias canas más en la cabeza del candidato Gómez que, como hemos comprobado a lo largo de esta precampaña electoral, prefiere más vagar por Vigo que arriesgarse a sufrir las ocurrencias de Inés Rey en A Coruña.