Inés Rey exige la creación del Consorcio Metropolitano de Transporte sabiendo que no ha aprobado un Plan de Movilidad en A Coruña.

Estamos en precampaña electoral para decidir quién gobierna en Galicia y los candidatos de los diferentes partidos se esfuerzan en tratar de convencer con sus propuestas a los gallegos. Lo normal. Hoy nos paramos en la reciente visita a la ciudad herculina del candidato socialista, José Ramón Gómez Besteiro, que se decidió a dar el salto a las elecciones gallegas tras la espantada del secretario general del PSdG, Valentín González Formoso, que dijo aquello de “entra tú que a mi me da la risa” cuando comprobó los sondeos electorales que vaticinan un nuevo fracaso de los socialistas gallegos.

Aterrizó el 2 de enero, el candidato Gómez, en la parada de bus metropolitano de la coruñesa calle Entrejardines y pensamos que iba a anunciar sus propuestas para mejorar la movilidad de la ciudad y su comarca, que afecta a más de 400.000 personas, e incluso, que iba a anunciar que el gobierno de Pedro Sánchez, tras años de espera, se decidía a impulsar el tren de cercanías para rebajar las cifras de vehículos que entran y salen de la ciudad cada día o poner solución al caos de gestión de los trenes de media distancia del eje Atlántico A Coruña-Santiago-Vigo. Pues nada de nada. 

Inés Rey acusó a la Xunta de Galicia de no ejercer sus competencias en materia de movilidad metropolitana a pesar de multiplicar por cuatro las líneas, de incrementar un 60% los servicios e impulsar la gratuidad para menores de 21 y mayores de 65 años

El candidato Gómez prefirió llamar a su sanchopanza particular, la alcaldesa Inés Rey, para que nos contase su carta a los Reyes Magos y, de paso, pusiese de vuelta y media a la Xunta de Galicia y a Alfonso Rueda. Y la lideresa se quedó a gusto:

  1. Afirmó que la Xunta de Galicia seguía sin “comparecer” ni “ejercer sus competencias” y exigió la creación del Consorcio Metropolitano de Transporte. Si repasamos el balance de la Xunta en esta materia, podemos comprobar que todo es mejorable, pero que las cosas no son tan catastróficas, como proclama la regidora coruñesa:
    • Se ha pasado de 900 líneas en 2016 a casi 3.700 en la actualidad, de 20.000 paradas a 56.000, de 1,5 millones de servicios a 2,35 millones, con una inversión anual de 100 millones de euros,
    • Se ha impulsado el transporte compartido de servicio ordinario y escolar y el transporte a demanda. 
    • En el área coruñesa se ha desarrollado el Plan de Transporte Metropolitano, con importantes descuentos que han incrementado de forma importante la cifra de usuarios, tarjeta TMG y tarjeta Xente Nova con gratuidad para menores de 21 años y mayores de 65 y también la accesibilidad de los autobuses al centro de la ciudad en horas punta.
  2. Sorprendentemente, criticó la anulación del proyecto de la Xunta de Galicia de construir una pasarela desde Oza a Santa Cristina, que tenía una inversión de 8 millones, a pesar de que fue una petición expresa del alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, y de la propia Inés Rey; que calificaron el proyecto de descabellado y propusieron el impulso de un transporte marítimo entre ambos municipios que, hoy en día, sigue sin existir. Lo que viene siendo soplar y sorber a la vez: exigir que se descarte la pasarela y criticar que se descarte la pasarela.

    Foto. Imagen virtual de la pasarela entre Oza y Santa Cristina

  3. Y finalizó pidiendo el voto para el candidato Gómez, ante la cara de asombro del mencionado, a pesar de que sabía que eso es contrario a la ley electoral y que solamente se puede hacer en los 15 días de campaña. Le da igual, es la Rey-na de A Coruña y ella no está sujeta a esas tonterías de la LOREG.

Inés Rey es la alcaldesa de la ciudad más insegura de Galicia, la que tiene un peor servicio de limpieza viaria y recogida de basura, la que genera más problemas de movilidad y la que menos cuida el mantenimiento de los barrios.

En esa carta a los Reyes Magos de la ilustre alcaldesa de A Coruña se le olvidó comentar un par de detalles:

  1. Inés Rey ha sido incapaz, desde que tomó posesión en junio de 2018, de aprobar un Plan de Movilidad (PMUS) que desarrolle las soluciones urgentes que requieren sus vecinos y las personas que trabajan o disfrutan de nuestra ciudad o que residen en otros ayuntamientos cercanos. Paradójicamente, utiliza el PMUS aprobado en 2014 por el gobierno del PP para recibir la subvención estatal para abaratar la tarifa del bus urbano, pero después lo guarda en el cajón sin aplicar ni una sola medida de ese plan de movilidad. 
  2. Inés Rey sabe que la Ley 2/2011, de 4 de marzo, de Economía Sostenible, establece que las ciudades que soliciten subvenciones estatales (Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas) para el transporte público, han de tener un PMUS aprobado en Pleno municipal, pero es incapaz de desarrollarlo, a pesar de haberlo prometido en las elecciones municipales de 2019. Lo que tiene claro la alcaldesa es la parte de recaudar dinero a través de las multas, ya que ha pasado de 3 millones en 2016 a los casi 7 millones en 2022. Entendemos que una alcaldesa que utiliza coche oficial, no le preocupe dónde aparcan sus vecinos y suelte la famosa bravata “Si se compra una vaca, será porque tiene un establo”, pero la ausencia de alternativas de estacionamiento le sale cada vez más cara a vecinos y visitantes.
  3. Inés Rey sabe que si no tiene Plan de Movilidad aprobado no se justifica exigir un Consorcio de Transporte Metropolitano, porque no ha consensuado la hoja de ruta de la movilidad urbana y metropolitana con todos los ayuntamientos de la comarca. No ha presentado ninguna propuesta en los últimos seis años y ahora vuelve a tirar de demagogia y abochornar al candidato Gómez que, a estas horas, está pensando en que no fue una buena idea ponerse en manos de la Rey-na.

Inés Rey es la alcaldesa de la ciudad más insegura de Galicia, la que tiene un peor servicio de limpieza viaria y recogida de basura, la que genera más problemas de movilidad y la que menos cuida el mantenimiento de los barrios. A lo mejor estaría bien que, tras cinco años en el despacho de María Pita, se ponga a trabajar y deje de ponerse en ridículo.