Algunos de los descubrimientos inventados por mujeres, que cambiaron la seguridad de los automóviles.

En la entrega anterior hablábamos de un superventas de los años 20 y del Museo de Automoción e Historia. En esta entrega continuaremos hablando de historia.

Y en ese sentido, es justo reconocer que la participación de las mujeres en el mundo de la automoción ha sido considerada siempre por el común de los mortales como algo anecdótico, puntual o de poca importancia.

En el ámbito de los vehículos, existen un sinfín de detalles básicos para nuestra seguridad y comodidad, que llevan tanto tiempo con nosotros, que la mayoría de las veces no les damos la debida importancia.

Pero es que, además, muchos de estos elementos fueron ideados e inventados por mujeres. El problema es que algunas de ellas no llegaron a patentarlos.

Veamos cuáles fueron alguno de los más importantes.

1.- ESPEJO RETROVISOR

Dorothy Levitt, periodista y activista feminista. Primera mujer en ganar una competición. Sentía una desmedida pasión por todo tipo de vehículos, cuanto más veloces, mejor. Eso la llevó a establecer varios récords, como el que consiguió en 1905, al conseguir que su deportivo llegara hasta los 146 km/h. En 1906 escribió un libro titulado “La mujer y el automóvil: un manual amigable para todas las mujeres que compiten en automovilismo o desean hacerlo”, en el que recomendaba llevar siempre un espejo para ver el tráfico detrás del vehículo.

2.- LOS INTERMITENTES Y LA LUZ DE FRENO

La gran estrella del cine mudo, Florence Lawrence, patentó en 1914 dos curiosas “señales” que se convirtieron en precursoras de los intermitentes y de la luz de freno. Los primitivos intermitentes no eran luces, sino un brazo que subía y bajaba señalando la dirección a la que se iba a girar. Así mismo, diseñó un cartel con la palabra STOP que se desplegaba cada vez que se pisaba el freno. Todo esto fue posible debido a que Florence disfrutaba coleccionando coches y tuneándolos.

3.- LA LÍNEA DIVISORIA

Nacida en 1867, la doctora June McCarroll fue la mujer que pensó en dibujar una línea divisoria que permitiría circular a cada vehículo por su carril, evitando situaciones peligrosas. Después de sufrir un accidente cuando un camión la sacó de la vía por la que circulaba habitualmente en su Ford T, para ir a auxiliar a pacientes indios, en el Condado de Riveside, propuso la idea a las autoridades. Al no obtener ningún éxito, decidió pintar ella misma una línea por la carretera en la que solía conducir.

4.- LIMPIAPARABRISAS

En un día de invierno de 1902 en Nueva York, la ranchera y viticultora de Alabama Mary Anderson estaba de visita en la ciudad con sus hijas. Mientras iba en el taxi se fijó en que el conductor tenía que parar constantemente para quitar el agua, el hielo y la suciedad que se acumulaban en los cristales. Imaginó entonces el primer limpiaparabrisas. A partir de ahí, Mary creó varios diseños caseros hasta que, en 1905, patentó el limpiaparabrisas que había creado. Se trataba de un mecanismo que funcionaba con una palanca en el interior del vehículo y un brazo de resorte que se movía hacia adelante y hacia atrás con la ayuda de un contrapeso que permitía que la escobilla estuviese en contacto con el cristal. El limpiaparabrisas automático también fue invento de otra mujer, Charlotte Bridgwood, que registró su patente en 1917.

5.- LA CALEFACCIÓN

Margaret A. Wilcox, una de las primeras ingenieras de la época, que sobre 1893 ideo un sistema de calefacción para coches que llevaba el aire caliente desde el motor hasta el interior del habitáculo. Todavía era muy rudimentario y no se podía regular, por lo que en muchas ocasiones, la temperatura era excesiva.

6.- PALANCA DE CAMBIO

Dorothée Pullinger. Esta ingeniera francesa fue a la que se ocurrió a principios de los años 20, situar la palanca de cambios en el habitáculo del coche, que hasta esa fecha se encontraba fuera. Además de eso, introdujo numerosos cambios en los coches de su época encaminados a hacer más cómoda la conducción.

7.- KEVLAR

La química norteamericana de origen polaco, Stephanie Kwolek, trabajaba en 1965 en la búsqueda de compuestos para crear hilos más resistentes que los de Nylon, con el fin de poder usarlos en neumáticos. Tras múltiples pruebas decidió dejarse llevar por una corazonada e hilar una mezcla de aspecto poco prometedor, logrando inventar el polparafenileno tereftalamida, más conocido como Kevlar. Había conseguido una fibra que no sólo era más resistente que el nylon, sino incluso más que el acero (a igualdad de peso).