Análisis de cómo se maquillan datos de desempleo que ocultan los déficits presupuestarios de EEUU y España.
El “Kali Yuga” es un período descrito en las escrituras sagradas hindúes. Esta etapa temporal se caracteriza por lo siguiente, “Los gobernantes serán tiránicos dictadores. Los ladrones se convertirán en reyes, y los reyes en ladrones. Los gobernantes se apoderarán de los bienes, y dejarán de proteger al pueblo. Reinará la censura, y en las ciudades se formarán asociaciones de criminales que gobernarán”. Podríamos sintetizarlo como, una etapa donde reina el fraude y la mentira en favor de oscuros intereses. ¿Algún parecido con la realidad?
En los últimos datos de empleo estadounidense, conocimos que el desempleo ha descendido, del 3,8 al 3,7%. Según los datos de la CPS, la encuesta de población activa, vemos que el número de desempleados solo aumento en 6.000 personas en diciembre de 2023, siendo 6,3 millones el total de parados.
Si miramos con lupa los datos, resulta que se han destruido un total de 683.000 empleos, pero es que, al mismo tiempo, han sacado de la población activa a 676.000 personas. De no hacer esta maniobra, el dato de desempleo hubiese saltado al 4%, y esto perjudicaría al actual presidente Joe Biden de cara a las elecciones de noviembre, ya que ningún presidente al que le ha tocado una recesión económica durante su gobierno ha salido reelegido.
En España, se incurre en otra trampa, la de los fijos discontinuos, porque un trabajador fijo discontinuo podrá cobrar la prestación por desempleo cuando deje de trabajar en los periodos de inactividad productiva entre campañas. Supongamos una discoteca donde se crean contratos temporales durante 1 mes, y cada mes se renuevan, para la seguridad social se creará un puesto de trabajo nuevo cada mes, sin importar que el trabajador trabaje 4 horas al mes, por ejemplo.
Esta situación es caldo de cultivo para mentir con los números. En lugar de mostrar el dato real de desempleo, los medios de comunicación subvencionados nos venden que se crea más empleo que nunca y se quedan tan tranquilos. Como hemos visto, se puede enmascarar la realidad y la situación del sector privado, pero la del público también. La forma más sencilla es la de endeudarse, incurrir en déficits y aumentar el gasto y el empleo público. Todos recordamos a la exministra de Cultura Carmen Calvo afirmando que “el dinero público no es de nadie”. Así nos va.
Por otro lado, si nos fijamos en el siguiente gráfico, Estados Unidos lleva desde 2002 incurriendo en déficits cada vez mayores, y esta es la consecuencia del sistema liberal democrático. Los políticos endeudan y reducen el crecimiento a futuro para traérselo al presente, ya que ellos van a gobernar ahora y no dentro de 30 o 50 años. Por tanto, con estos déficits, financian políticas para perpetuarse en el poder.
Hemos visto como han maquillado los datos de empleo en USA, pues bien, en 2023 se han creado de media 56.000 empleos públicos al mes, el doble que el del año pasado, sobre un total de 213.000 puestos nuevos, es decir, el Estado Federal contribuye al 26,3% del empleo.
En el caso de España, se realiza la misma praxis, pero con una diferencia, y es que España no se ha recuperado de la crisis posterior al COVID 19. Y es que el IPC de 2022 ha sido del 5,7%, el PIB ha variado en la misma cifra y lo mismo aplica para el 2021.
Podemos comprobar que los déficits son elevados, fruto de tener que estimular una economía que, de lo contrario, se desmoronaría por su propio peso. De ahí, que el peso del estado en el PIB sea mayor y que el gasto público, en términos nominales, no pare de crecer.
Y aun con todo lo expuesto anteriormente, los datos macro son pésimos, porque el Banco de España reconoce que del 2,4% del crecimiento del PIB para este 2023, casi el 71% es gracias al turismo, o expresado de otra forma, sin el turismo, el resto de las actividades aportan el 0,8%, lo que evidencia la situación deplorable y la enorme dependencia en la que se encuentra el país del sector servicios.