Aumentan las listas de espera de cirugía no urgente y no se incrementan las plazas MIR para asegurar el relevo generacional.

En febrero de 2020 se tomó la decisión en España, declarada posteriormente inconstitucional, de obligar a la población a encerrarse en casa, para que el sistema sanitario no colapsase por el cuadro pandémico del Covid-19. Durante esas fechas hubo numerosas muestras de apoyo a los sanitarios, mientras el endeudamiento del país crecía al tener todos los agentes productivos parados, por lo que, en consecuencia, la recaudación fiscal también se congeló. 

Con los datos de lista de espera publicados por el Ministerio de Sanidad, se puede afirmar que el sistema sanitario público cada vez está peor

Han pasado 4 años desde esa fecha y se acaban de publicar las cifras de lista de espera por parte del Ministerio de Sanidad. A finales de abril se dio más detalle sobre la lista de espera para intervenciones quirúrgica no urgentes y con los datos en la mano, se puede afirmar que el sistema sanitario público cada vez está peor. ¿Habrá reflexionado Pedro Sánchez sobre este grave problema en sus 5 días de asueto?

A fecha del 31 de diciembre de 2023, hay cerca de 850.000 pacientes en lista de espera para intervenciones quirúrgicas no urgentes, lo que significan 56.000 personas más que el año anterior. Los días de espera medios para las intervenciones son 128 días, 8 más que en 2022. Con las cifras publicadas por el Ministerio de Sanidad, cerca del 25% de pacientes espera medio año para ser operado en la sanidad pública, siendo las especialidades de neurología y cirugía plástica las que más demora tienen, con un 40% de los pacientes esperando más de 6 meses para operarse.

La Comunidad de Madrid es la que tiene una lista de intervenciones quirúrgicas no urgentes con menos espera – 51 días – y la que más manifestaciones tiene de los que opinan que funciona mal y Cataluña tiene casi el triple de espera – 138 días – y apenas se han sucedido manifestaciones de protesta

De todas las sanidades que hay en España, la que tiene menos lista de espera es la de la Comunidad de Madrid, con 51 días frente a los citados 128 días de media estatal. A pesar de ser la mejor sanidad en España en lista de espera, es donde más manifestaciones se realizaron antes de las elecciones municipales y autonómicas. Por otro lado, las regiones con mayores listas de espera son Canarias con 147 días y Cataluña con 138 días, donde apenas ha habido protestas.

A pesar de que se han incrementado los recursos económicos destinados a la sanidad pública, no dejen de crecer exponencialmente las pólizas de los seguros médicos privados

Con este panorama, la cifra de nuevas pólizas de seguros privados no deja de incrementarse, lo que plantea un dilema. ¿Por qué el ciudadano tiene que financiar un sistema sanitario ineficiente? y ¿por qué al ciudadano no se da la libertad de elegir el sistema sanitario que desee? La libre competencia sin restricciones se ha demostrado como la verdadera solución ante los problemas de ineficiencia, característica de un sector público monopolístico.

El Gobierno Central tiene algunas competencias en sanidad – Sanidad Exterior, Salud Pública, Dirección General de Farmacia y Medicamentos… – pero la mayoría han sido transferidas a las Comunidades Autónomas. No tiene ningún sentido que haya 17 Reinos de Taifas sanitarios cada uno con su sistema ejecutivo, asesores y altos cargos multiplicados por 17. La centralización del sistema de salud tiene que ser un hecho (que ojo, se puede centralizar desde Teruel, no tiene por qué realizarse en Madrid) y así se empieza a generar eficiencias. Como, por ejemplo, que haya un único sistema informático en el que todos los hospitales de España estén conectados y puedan atender a un cotizante, independientemente de la provincia donde trabaje o resida. 

Es necesario plantear de forma rigurosa el debate de la cobertura sanitaria a las personas que no cotizan y si es necesario exigirles un seguro médico

Y hay un matiz muy importante: que el sistema de salud debe dar cobertura exclusivamente a los que cotizan. Si no se cotiza, no se atiende, a no ser que exista un seguro privado al cual la Seguridad Social le pueda emitir una factura. Sería maravilloso que la sanidad española pudiese dar cobertura sanitaria a todos los jóvenes norteafricanos y a todos los jubilados europeos, pero la realidad es que es inviable desde el punto de vista logístico y económico. No salen las cuentas. Si, bienvenidos a la realidad, las consultas médicas cuestan dinero. Por lo que si no hay seguro o no se cotiza no se atiende, y punto. 

En los próximos 5 años se jubilarán miles de personas del sistema sanitario, pertenecientes a la generación del baby boom, sin que el Ministerio de Sanidad haya movido un solo dedo en estos años para garantizar el relevo generacional

“Pero es que se está muriendo y no tiene seguro ni ha cotizado”. Una vida humana no tiene precio, pero cualquier tratamiento sí; por lo que para estos casos se aplicaría la ley de joyas que está implementando Dinamarca. Cualquier persona que entre en el país debe aportar como fianza los costes que pueda suponer al erario en conceptos sanitarios, legales o de repatriación. Lo que no es admisible es que no cotizantes estén disfrutando de algo por lo que no han pagado (lo que en economía se denomina free rider o polizón), mientras que cotizantes tengan que esperar 6 meses por un servicio que tienen que pagar religiosamente. 

Hay plazas de MIR sin cubrir y centros en los que los concursos de personal quedan desiertos cuando hay mucha demanda laboral de sanitarios

El crecimiento demográfico en España está estancado, por lo que la única razón del incremento en listas de espera se debe a la gestión sanitaria. Lo que sorprende es que hay plazas de MIR sin cubrir, y centros en los que los concursos de personal quedan desiertos cuando hay mucha demanda laboral de sanitarios. El problema una vez más, es político, de derechas y de izquierdas, porque hace falta gestión y eliminar del sistema todo aquello que no aporte. 

Cuanto más tardemos en tomar estas medidas más complicado será, porque los que viven de lo público sin aportar valor están calcificando el sistema sanitario, de un país en el que cada vez hay más ciudadanos que se están dando cuenta que no reciben lo que pagan en impuestos. Y darse cuenta de esto es peligroso, porque es la antesala de o bien un movimiento migratorio o dejar de trabajar por el saqueo al que está sometido la clase media en España.