Rodeado de sospechas de corrupción en su entorno más cercano y en su gobierno, el Nº 1 se desangra día a día con las informaciones sobre bolsas con dinero que llegan a la sede del PSOE y los medios internacionales alertan a los inversores sobre la inestabilidad política.
Los ciudadanos españoles no merecemos semejante “personaje” al frente de nuestro país. Después de pactar con separatistas, exterroristas y marxistas radicales para mantenerse en La Moncloa, se dedicó a “mangonear” las instituciones del Estado, colocando al frente de ellas a sus secuaces, cómplices directos de la deriva que ha tomado España.
Por si no fuera suficiente con las imputaciones que tienen a su alrededor, empezando por su esposa y su hermano, continuando por su mano derecha, el Sr. Ábalos, y llegando a la última de la semana pasada sobre el fiscal general del Estado, ahora nos encontramos con que las sacas de billetes llegaban a Ferraz, por orden de uno de los cabecillas de la trama más corrupta que hemos conocido en los últimos meses.
Dos entregas de 45.000 € cada una, supuestamente como pagos de favor por la obtención de la licencia para la compraventa de hidrocarburos, sobre la que urdir la trama con la que estafar al fisco más de 180 millones de euros en concepto de IVA, que cobraban a los clientes pero que no ingresaban en la Agencia tributaria. Pero el precio total de esa licencia ascendía a 600.000 €, pago que se realizó tanto en efectivo como a través de transferencias que, presuntamente, habría recibido Víctor de Aldama.
Con disparos incluidos a la ventanilla de uno de los vehículos de este cabecilla de la trama, al más puro estilo de la Mafia, está claro que las conexiones entre Víctor de Aldama y el Gobierno comienzan a dilucidarse con las investigaciones de la UCO y de los propios jueces.
Pedro Sánchez está acorralado y nadie sabe cuánto puede durar al frente del Gobierno. Prestigiosos medios norteamericanos, como Bloomberg o The Economist, se hacen eco de lo que desde el Loro Park de Moncloa se empeñan en tildar de bulos, cuando son ellos mismos los que encarnan el mayor bulo, el mayor fraude y la mayor mentira que se ha cometido contra la ciudadanía en los últimos 40 años de democracia.
Esos grupos de comunicación, que no se caracterizan precisamente por tener una línea editorial definida de derecha o izquierda, lo que están haciendo es poner sobre aviso a los inversores que tengan previsto desembarcar en España. La incertidumbre de un Gobierno asediado por los casos de corrupción y la inestabilidad política que representan separatistas, exterroristas y marxistas no son la mejor recomendación para emprender negocios en nuestro país.
Mientras millones de españoles nos esforzamos a diario en trabajar para que este país pueda avanzar, y el Gobierno nos atosiga a impuestos, otros parecen dirigir sus esfuerzos a liquidar a un Estado Democrático de Derecho donde, hasta hace poco, una economía de libre mercado garantizaba las necesidades sociales de todos. Su objetivo es convertir a España en un seudoestado bolivariano, donde la población dependa de los caprichos de la oligarquía política asentada en el poder.
España no se merece a Pedro Sánchez ni a su Gobierno.