Las elecciones municipales por su naturaleza son los procesos con mayor grado de implicación personal de cuantos procesos se celebran.
No conviene banalizar el interés que muchos hemos tenido en ser concejales, pero no es menos cierto que también hay espacio para que alguno lo entienda como su salida profesional … yo a estas alturas también lo respeto.
Los que obedecen a ese segundo perfíl se juegan en cada proceso algo más que el resto, y de ahí que las maquinarias de los partidos hayan ido perfeccionando no sólo su propaganda sino el control sobre el propio votante.
Los que estuvimos muchos años vinculados a procesos electorales hemos tenido acceso a mucha información y datos que se escapan al resto de ciudadanos.
Cada vez hay más votantes que deciden que hacer el último día. Y cuando digo ¿Qué hacer? Me refiero a si ir a votar o no … parece evidente que el nivel de desafección es hoy muy importante.
Hay quien se abstiene por pura dejadez y otros muchos por una consciente insatisfacción con todos. Todos van en el mismo saco, indiferenciados.
Otra cosa es si esa decisión trasciende o queda en la intimidad … las maquinarias de los partidos a través de sus interventores en cada mesa saben en todo momento quien del censo no fue a votar… los teléfonos echan humo a partir de las 18 h para que nadie de su rebaño controlado se descuide.
Saben incluso que censados no trajeron la papeleta de casa y tuvieron que entrar en cabina… ¡Esos pueden no ser de los nuestros! … así de crudo.
Es tal el nivel de control de los grandes partidos en municipios pequeños que aquellas otras candidaturas que no hayan enviado las papeletas de voto al domicilio verán mermados sus resultados en un 50% … las cabinas son íntimas pero no su acceso.
Y, ¿somos realmente libres de no ir a votar? … Si esa es nuestra posición y queremos que quede constancia de ello, pues sí.
En cambio si lo que queremos es mantener nuestra opción en secreto no podemos quedarnos en casa, bien votando a cualquier candidatura, votando en blanco o incluso provocando un nulo… sólo así preservaremos nuestro secreto.
¡En cualquier caso suya es la decisión!