Por Bárbara Rivas.
Un estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios entre las 15 ciudades más pobladas de España concluye que la urbe con mejor calidad de vida es Vigo. El trabajo se ha hecho sobre 3.000 encuestas y se basa en los aspectos que más influyen en la ciudadanía y su relación con el entorno en el que habitan: movilidad, seguridad ciudadana, servicios de salud, servicios educativos, oferta cultural, deportiva y de ocio, contaminación y medio ambiente, mercado laboral, coste de la vida, mercado inmobiliario y limpieza urbana.
La conclusión es contundente: Vigo está a la cabeza por delante de Zaragoza y Bilbao. En la parte baja de la tabla están Murcia, Palma,
Barcelona y Madrid. A Coruña no aparece en lugar destacado, a pesar de que la prensa local haya hecho una lectura triunfalista para tratar de convencer de una realidad paralela que no existe. A Coruña palma por goleada respecto a Vigo. Es decir, Caballero le da un repaso a Inés Rey en la gestión de su ciudad.
A Coruña, ubicada en el puesto 18 del ranking de ciudades más pobladas, no entra en el estudio de las ciudades que juegan en primera división. No resulta complicado establecer comparaciones entre su languideciente trayectoria y la pujanza de la ciudad olívica. La más evidente tiene que ver con la estabilidad Abel Caballero, que llegó a la alcaldía de Vigo en 2007 y en los dos últimos mandatos gobernó sin necesidad de apoyos. Desde entonces A Coruña ha tenido cuatro alcaldes de tres fuerzas políticas diferentes, que en realidad son cuatro, porque los socialistas herculinos de hace tres lustros poco tienen que ver con los que habitan ahora en la sede
de Zalaeta, divididos e indignados con las formas dictatoriales del dúo Inés Rey-Lage Tuñas.
Hasta iniciar su aventura municipal, Caballero, hijo adoptivo de A Coruña, era un economista tecnócrata con estudios en Cambridge y Essex. Como alcalde no sólo ha descubierto y abrazado el populismo, sino que ha decidido aparentar que no sabe inglés y se ha centrado en políticas dirigidas a los ciudadanos.
Vigo reluce en todas las clasificaciones entre las ciudades más limpias de España y gasta 15 millones de euros anuales más que A Coruña en limpieza. Es evidente que el puesto discreto que ocupa la ciudad herculina en el ranking de la OCU, influye el hecho de que el gobierno municipal de Inés Rey ha dejado sin ejecutar más de 45 millones de euros cada año de las inversiones aprobadas en el presupuesto municipal.
El 1 de octubre del 2020 entró en vigor el nuevo contrato de la limpieza viaria de A Coruña y en junio de 2021 lo hizo el de recogida de basura, tras estar en situación irregular durante 33 y 54 meses, respectivamente, lo que originó que no se hiciesen nuevas inversiones en maquinaria.
Una de las promesas electorales de Inés Rey fue la puesta en marcha de un “plan de choque para la limpieza”. El choque tardó más de un año en llegar después de que llegase a la alcaldía. Se anunció en septiembre de 2020. “El objetivo es que en las zonas de la ciudad con gran afluencia de personas se mejore la limpieza, la imagen del espacio urbano y, sobre todo, la limpieza intensiva de mobiliario urbano, plazas, aceras, marquesinas, manchas, malas hierbas, palos … en fin, en zonas donde hace tiempo que es necesario reforzar esta limpieza profunda”, explicó Inés Rey.
En mayo de 2023 se suceden las denuncias ciudadanas y las quejas por la suciedad de la ciudad. Mientras tanto, Vigo suma su octava Escoba de Platino consecutiva, un galardón que concede la Asociación Técnica para la Gestión de Residuos y Medio Ambiente (Atregus) y que reconoce a la ciudad olívica como la más limpia de España.