Es inaudito que Pedro Sánchez no haya trasladado sus condolencias a las familias de los cuatro marineros del pesquero Argos Georgia fallecidos en aguas argentinas

Años atrás, lucía en O Tío Benito, en Barrantes, un memorable cartel que rezaba “Cerramos los martes para descanso de nuestros clientes”. Así también esta sección se tomará unas vacaciones hasta septiembre para descanso de mis lectores. Pero antes de la despedida, me gustaría hacer un par de consideraciones al hilo de la actualidad.

La primera tiene que ver con el desgraciado naufragio en aguas de las Malvinas del pesquero Argos Georgia, en el que fallecieron cuatro marineros gallegos. No por muchas veces repetidas, estas tragedias no dejan de sobrecogernos. A todos, excepto al presidente del Gobierno de España. Me duele que Pedro Sánchez, tan proclive a manifestar sus opiniones o su solidaridad, en otros casos, a través de las redes sociales, no haya expresado ni el más mínimo gesto de condolencia a los familiares de los marineros fallecidos o desaparecidos en este naufragio.

Cuando veo que quienes nos gobiernan no defienden con uñas y dientes los intereses de nuestros pescadores allá donde sea menester, me hierve la sangre

No quiero pensar que esta circunstancia tenga algo que ver con el hecho de que el desgraciado accidente haya acontecido en aguas argentinas, un país con el que Sánchez ha roto relaciones a raíz de las críticas que Milei, el presidente latinoamericano, realizó respecto a su mujer, Begoña Gómez.

¡Mira tú por dónde! Ironías del destino. Rompes relaciones con un país y, al cabo de dos días, ese mismo país está rescatando de la muerte a tu gente. Por eso, siempre es mejor no mezclar las cuestiones personales con las políticas y máxime cuando tus decisiones pueden repercutir en tus ciudadanos, sean pescadores, empresarios o, sencillamente, turistas, que también se puede dar el caso.

Quiero trasladar desde aquí mis condolencias y mi solidaridad con las familias de las víctimas de esta tragedia

En Galicia, por desgracia, hace mucho que somos conscientes de que el drama de las tragedias en el mar no va a tener fin. Un día es Terranova, otro el Gran Sol y otro las Malvinas. Somos una potencia mundial en el ámbito de la pesca y eso tiene un precio, que en demasiadas ocasiones pagamos con vidas. Es por ello que cuando veo que quienes nos gobiernan no defienden con uñas y dientes los intereses de nuestros pescadores allá donde sea menester, me hierve la sangre. Pocas personas se merecen más nuestro respeto que ellos. Así que yo sí quiero trasladar desde aquí mis condolencias y mi solidaridad con las familias de las víctimas de esta tragedia.

Mi segunda reflexión tiene que ver con lo que se está viviendo en A Coruña, a raíz de la huelga de recogida de basura. La limpieza, como la sanidad o la educación, son derechos elementales y prioritarios. Tuvimos la ocasión de comprobarlo durante la pandemia, cuando, por supuesto, la recogida de basura fue contemplada como una actividad esencial.

En A Coruña, con la huelga de recogida de basura, no he visto manifestaciones ni grandes llamamientos pidiendo limpieza pública

Pero no hace falta irse a una situación excepcional como aquella para corroborarlo. En A Coruña han bastado unos días sin este servicio para que se haya declarado la emergencia sanitaria. Lo que me duele es la hipocresía de la sociedad al respecto. No he visto manifestaciones ni grandes llamamientos pidiendo limpieza pública. Como tampoco a nadie le importa que las personas que realizan esta labor sean subcontratados de una empresa externa, con todas las desventajas que ello conlleva. Si de verdad son esenciales, y creo que eso nadie lo duda, tratémosles como tales.

Feliz verano a todos.