La Comisión Europea reconoció la ilegalidad del Gobierno de España de prorrogar la gestión de la AP-9 a Audasa hasta 2048 y el Congreso de los Diputados aprobó reclamar al Ministerio de Transportes que elimine los peajes de esa autopista.

La palabra más mentada durante la semana pasada y la que más tensó el panorama político español fue “singular”. La citó Pedro Sánchez cuando ofreció a los partidos independentistas catalanes una “financiación singular” para su comunidad, a cambio de que aupasen a Salvador Illa a la presidencia de la Generalitat.

Pero para realmente singulares, nosotros, los gallegos. Somos los únicos pardillos que seguimos pagando en todas nuestras autopistas.

La semana pasada, la Comisión Europea manifestó que no tiene ninguna duda acerca de la ilegalidad que en el año 2000 cometió el Gobierno de España, entonces presidido por José María Aznar, al prorrogar hasta el año 2048, la gestión de la AP-9 y, por lo tanto, el mantenimiento de sus peajes

El Congreso de los Diputados aprobó, con la abstención del PSOE y el voto en contra de Vox, reclamar al Ministerio de Transportes que elimine los peajes de la AP-9, anule la prórroga de la concesión hasta 2048 y ceda la titularidad de la autopista a la Xunta de Galicia

Y no solo eso. La Unión Europea asegura que antes de alargar la concesión, la adjudicataria de la autopista, Audasa, ya se había decidido venderla. Al tiempo, le da un soberano tirón de orejas al actual Gobierno, al considerar “incoherentes” las explicaciones dadas hasta ahora por la Administración española sobre la prórroga concedida.

Pero aún hay más. No debemos olvidar que hace diez días, el Congreso de los Diputados aprobó, con la abstención del PSOE y el voto en contra de Vox, reclamar al Ministerio de Transportes que elimine los peajes de la AP-9, anule la prórroga de la concesión que la mantendrá en manos privadas hasta 2048 y ceda la titularidad de la autopista a la Xunta de Galicia

A pesar del dictamen de la Comisión Europea y el acuerdo mayoritario del Congreso de los Diputados, el ministro Óscar Puente ha exigido 6.000 millones para que los acuerdos se hagan realidad y evitar que los gallegos sigan pagando peajes hasta 2048

Pues bien, ni así lo conseguimos. Ni con estas dos determinantes y rotundas actuaciones, los gallegos hemos sido aún capaces de librarnos de los gravosos e injustos peajes en la AP-9. 

Que al día siguiente del dictamen de la Comisión Europea y de la moción del Congreso no estén levantadas las barreras de la autopista, es para hacérselo mirar. Los gallegos seguimos soportando por parte del Gobierno de España el agravio y el desprecio que, sin duda, no le harían ni a vascos ni a catalanes. Pero es que, seguramente, en el País Vasco o en Cataluña habrían aprovechado la noche de San Juan para quemar las cabinas de los peajes.

Ya va siendo hora de que tomemos cartas en el asunto y paremos, de una vez por todas, este abuso y esta humillación

Ya decía Castelao que el gallego no protesta, emigra. Pero creo que ya va siendo hora de que tomemos cartas en el asunto y paremos, de una vez por todas, este abuso y esta humillación. A lo mejor hay que tomar ejemplo de lo que hicieron las gentes del Morrazo, que tras unirse y bloquear la autopista en repetidas ocasiones, consiguieron liberar de peaje el tramo que les afectaba. Porque de lo contrario, estoy seguro que nadie que tenga responsabilidades moverá un dedo para revertir esta vergonzante situación. Debe ser la propia sociedad civil la que lo exija y lo imponga. Y si por una vez hay que pegar un puñetazo en la mesa, pues no quedará otra. 

Ou iso ou seguir dicindo que chove.