Analizamos el abanico de posibilidades que ofrece la Inteligencia Artificial para combatir la depresión y la ansiedad
Maialen Zabalza Zudaire
En los últimos años, la salud mental en España ha alcanzado un punto crítico, afectando a millones de personas. El impacto de la pandemia de COVID-19 ha agravado el bienestar psicológico de la población.
Según el informe de la Confederación Salud Mental España y la Fundación Mutua Madrileña, un 74.7% de los españoles percibe un deterioro notable de la salud mental. Además, un 22.8% de la población ha experimentado problemas relacionados con este tema, y un 18.9% ha recurrido a psicofármacos para gestionar trastornos como la ansiedad o la depresión.
Las mujeres, los jóvenes y las personas de clases socioeconómicas más bajas, así como el colectivo LGBTQIA+, han sido identificados como los grupos más vulnerables. Factores como la discriminación, la precariedad laboral y las dificultades económicas han incrementado los niveles de estrés y ansiedad, según el informe.
La discriminación, la precariedad laboral y las dificultades económicas han incrementado los niveles de estrés y ansiedad, principalmente en las mujeres, jóvenes y personas de clase socioeconómica más bajas
Especialmente alarmante es el aumento de casos de autolesiones y suicidio en la población infantil y juvenil, con un incremento del 122% en diagnósticos de “intoxicación no accidental por fármacos” y del 56% en “suicidio/intento de suicidio” entre 2019 y 2021.
Innovaciones Tecnológicas
A pesar de estos preocupantes datos, hay motivos para el optimismo. Las nuevas tecnologías, en particular la inteligencia artificial (IA), están comenzando a ofrecer soluciones esperanzadoras en el ámbito de la salud mental.
La IA está ayudando a mejorar la accesibilidad a tratamientos psicológicos mediante el uso de chatbots y herramientas virtuales que proporcionan apoyo inmediato. Estas tecnologías han mostrado ser eficaces en terapias cognitivo-conductuales para manejar trastornos como la ansiedad y la depresión, mejorando el acceso a quienes no pueden o no desean acudir a terapias tradicionales.
La IA también permite un diagnóstico más preciso al identificar patrones en grandes volúmenes de datos, facilitando la personalización de los tratamientos y mejorando la calidad de la atención.
La Inteligencia Artificial se ha mostrado eficaz en terapias cognitivo-conductuales para manejar trastornos como la ansiedad y la depresión, así como para ser más preciso en el diagnóstico de estas patologías
En este contexto, los Modelos de Lenguaje de Gran Tamaño (LLMs) están transformando el campo de la salud mental, al ofrecer nuevas maneras de interactuar con pacientes y predecir problemas a partir de textos en línea.
Herramientas entrenadas específicamente para abordar este tipo de cuestiones, han demostrado eficacia en brindar información precisa y de fácil comprensión. Estos modelos pueden analizar grandes cantidades de datos textuales y detectar patrones que indican posibles trastornos, ayudando en la identificación temprana de condiciones como depresión o ansiedad.
Esto los convierte en una herramienta prometedora para la personalización de tratamientos basados en datos individuales. Sin embargo, persisten desafíos éticos y técnicos, como el riesgo de sesgos en las respuestas generadas y preocupaciones sobre la privacidad de los datos, que deben abordarse antes de su adopción masiva en entornos clínicos.

Foto. Los Modelos de Lenguaje de Gran Tamaño son capaces de detectar patrones que indican posibles trastornos, ayudando en la identificación temprana de depresión o ansiedad
Medicina de Precisión y Farmacocinética
Otra de las grandes promesas es la medicina de precisión, donde la monitorización terapéutica de fármacos (TDM), basada en la farmacocinética, se utiliza para ajustar los tratamientos según las características individuales de los pacientes. Esto optimiza la eficacia de los psicofármacos y reduce significativamente los efectos secundarios y el riesgo de sobremedicación.
Además, la adherencia al tratamiento es crucial para el éxito de cualquier terapia en salud mental. La falta de adherencia, definida como no seguir el régimen de medicación o tratamiento prescrito, se ha asociado con recaídas, hospitalizaciones y un aumento de la morbilidad.
Estudios demuestran que más del 50% de los pacientes con trastornos psiquiátricos graves no cumplen con sus tratamientos, lo que lleva a peores resultados.
La personalización del tratamiento mediante monitorización terapéutica de fármacos permite ajustar las dosis y seleccionar el fármaco adecuado para cada paciente en función de su respuesta biológica
Mejorar la adherencia, a través de una combinación de tecnologías, terapias motivacionales y educación al paciente, es esencial para reducir las recaídas y mejorar la calidad de vida.
Terapias Alternativas y Nuevos Enfoques
Otras innovaciones, como la estimulación cerebral no invasiva, están ofreciendo resultados prometedores en el tratamiento de la depresión y la ansiedad. Estas técnicas no invasivas, como la estimulación magnética transcraneal (TMS), estimulan áreas específicas del cerebro, mejorando los síntomas en pacientes que no responden a las terapias convencionales.
Por otro lado, la realidad virtual (VR) también se está utilizando como terapia para tratar fobias, trastornos de ansiedad y estrés postraumático, permitiendo a los pacientes enfrentar situaciones que temen en un entorno controlado, lo que ha demostrado ser efectivo para desensibilizarlos.
Conclusión
Aunque la salud mental en España enfrenta retos complejos, las innovaciones en tecnología, medicina de precisión y terapias alternativas están ofreciendo un rayo de esperanza. Estas herramientas no solo están mejorando la accesibilidad y la personalización de los tratamientos, sino que también están contribuyendo a reducir el estigma y a ofrecer soluciones más humanas y eficaces para quienes más lo necesitan.
Maialen Zabalza Zudaire
Data Scientist
Artificial Intelligence del Departamento matemático y estadístico de la empresa NNBi S.L