Es la solución que me queda. Contratar a un servicio de mensajería y enviarle este pedazo de sofá que lleva varios días en Ramón y Cajal a la atención de la alcaldesa y de todo su gobierno municipal, al palacio de María Pita. Seguro que tienen espacio para colocarlo y les viene bien para relajarse, después de tanto que han trabajado en la campaña electoral.

Bromas aparte, en la zona de Cuatro Caminos tenemos una auténtica plaga de muebles y colchones abandonados al lado de contenedores de basura. No hay ninguna campaña informativa desde hace años, no hay vigilancia, no hay sanciones para los que se pasan las normas por el arco del triunfo y los gobernantes municipales ni están ni se les espera para poner coto a esta plaga.

Y, aún encima, Inés Rey y sus concejales nos piden que les votemos. Tiene narices.