¿Las fantasías o las mentiras económicas del presidente?
El pensamiento Alicia nos ancla en un mundo irrealista, infantil e ingenuo que considera que todo es genial o maravilloso y que las dificultades no existen. Esta cosmovisión podría considerarse un error de pensamiento en el que la persona concibe que toda la realidad está bien, y que seguirá siendo así en el futuro, es decir, vive en el País de las Maravillas, de ahí el término. Es como una forma de darle la espalda a la realidad, que como bien sabemos, también alberga barreras y obstáculos.
Esta introducción viene a raíz de las recientes declaraciones del presidente del gobierno en el Congreso de los Diputados, donde anunció: “Los bulos han logrado que el 18% de los españoles piense que nuestra economía está en crisis, cuando es una de las economías más prosperas de Europa y encadena ya quince trimestres consecutivos de crecimiento económico”. Y aquí vemos el pensamiento Alicia en su máxima expresión, el cual también ha conseguido trasmitir a sus millones de votantes.
La primera muestra del pensamiento Alicia que afecta a Pedro Sánchez es afirmar que la economía española va como un cohete, sabiendo las enormes dificultades de las economías familiares y de las pymes
La realidad es otra muy distinta, España ocupa uno de los últimos puestos en la UE en términos de productividad por hora trabajada, y necesitamos cambiar eso para mantener un crecimiento sostenible. Debemos adoptar tecnologías avanzadas y fomentar la digitalización en diversos sectores, especialmente en las PYMES.
España tiene la tasa de desempleo estructural más alta de la UE (11,0% en 2022, según AMECO), por delante de países como Italia (9,2%) y Grecia (9,4%), y una de las tasas de desempleo juvenil más altas de la OCDE, alcanzando cerca del 30% en 2023.
Una tasa de desempleo estructural elevada implica una subutilización de la capacidad productiva de una economía, así como la exclusión de gran parte de la sociedad del mercado laboral, por lo que combatirla es fundamental.
La España “maravillosa” de Sánchez ocupa uno de los últimos puestos en la UE en términos de productividad por hora trabajada, tiene la tasa de desempleo estructural más alta de la UE y la tasa de desempleo juvenil más elevada de la OCDE
Aunque se espera que la inflación general disminuya al 2,7% en 2024 y al 1,7% en 2026, la inflación subyacente sigue siendo una preocupación. Las presiones persistentes sobre los precios de bienes esenciales, como alimentos y vivienda, impactan los presupuestos familiares.
Muchos hogares españoles, especialmente los menos favorecidos, siguen sufriendo económicamente. Los altos costes de vida, los salarios estancados y las redes de seguridad social insuficientes agravan la situación. Recientemente pude ver una foto en X, antiguo Twitter, de un cartel de helados Nestlé de la cafetería de la estación de tren de Castejón de Ebro, que cerró en 2007. Podemos ver helados entre 50 céntimos y 1 euro, 17 años después, el PIB per cápita sigue intacto, el sueldo medio apenas ha subido un 20% y los precios que aparecen en ese cartel han subido más de un 200%, y este caso no es una rara avis, se puede aplicar a más sectores.
Desde 2007, el PIB per cápita sigue intacto, el sueldo medio apenas ha subido un 20% y los precios han subido más de un 200%, afectando gravemente a la sostenibilidad económica de las familias
La deuda pública de España se sitúa en alrededor del 116% del PIB y para reducir esta ratio se necesitará un esfuerzo muy significativo de consolidación fiscal. Es decir, la fiesta de Sánchez la vamos a pagar nosotros, nuestros hijos y nuestros nietos.
La demanda exterior es el principal motor del crecimiento de España en la actualidad, con un aumento de las exportaciones del 3,3% inter-trimestral, superando el aumento del 2,2% registrado en las importaciones.
El crecimiento de las exportaciones ha estado impulsado por el turismo y el excelente comienzo de año del sector, con los servicios turísticos creciendo a un ritmo espectacular del 17,4% inter-trimestral. Pero es necesario diversificar y mejorar la oferta turística para atraer a más visitantes de alto gasto y extender la temporada turística.
Y, sobre todo, es vital que Pedro Sánchez empiece a reconocer que no todo es maravilloso en un país que no dispone de Presupuestos Generales del Estado y, por tanto, sufre un Gobierno central que no gobierna.