El Obelisco es uno de los emblemas de nuestra ciudad y otro ejemplo de la falta de mantenimiento y la desidia de los gobernantes municipales.
Hace poco que repararon el reloj y lleva parado desde hace días. Una vergüenza para los coruñeses y para las miles de personas que nos visitan.
También está parado el reloj del instituto de la Plaza de Pontevedra. Nuestros políticos están más ocupados en distraernos con las fiestas que de preocuparse porque los servicios públicos funcionen correctamente.