Hace años, con niveles de renta más bajos, no percibíamos problemas de acceso a la vivienda y ahora es necesario repensar las normas que originan que miles de propietarios no se atrevan a sacar sus viviendas al mercado de alquiler

Me llama la atención como cuanto más regulan el mercado de la vivienda, los que dicen ser conocedores, más problemas de acceso se generan. Es una paradoja que cuanto más conocimiento presumimos tener, en cualquier ámbito, parece que tengamos menos juicio.

El problema debe ser complejo porque es a nivel europeo, o simplemente es que en la altura no se palpa lo terrenal. Y es ahí, en mi opinión, donde está la clave de bóveda de todo lo que está pasando.

El asunto merece una pausa para pensar. Hace años, con niveles de renta más bajos, no percibíamos estos problemas de acceso a la vivienda. ¡Creo que, como poco, nos lo tenemos que hacer mirar!

¿Nos hemos vuelto demasiado exigentes? ¿Los estándares de vida hoy nos abocan a lo inalcanzable?, ¿por qué se ha encarecido el suelo o los costes de fabricación? ¿lo hemos complicado con nuevas normativas? …

Europa está castigando a buena parte de sus ciudadanos, proyectándolos hacia opciones antieuropeístas extremas

Esta nueva Europa, ya lo dije en otro artículo, tiene que repensar los tiempos porque, de tanto ser más papistas que el Papa, están castigando a buena parte de sus ciudadanos, proyectándolos hacia opciones antieuropeístas extremas.  Si a la gente, el Sistema no les permite vivir, parece entendible que busquen la salida de este.

Podríamos evaluar el modelo al que hemos llegado: ¿es justo, soportable e integrador?  Pues, en cierto modo, parece que hace aguas. Bien es cierto, que la elogiosa sensibilidad medioambiental de la que hizo gala la Unión Europea ha derivado, consecuentemente, en muchas de las directivas que se han ido implementando. 

Tocará en algún momento evaluar si los fines perseguidos nos han hecho mejores y si han compensado las consecuencias perversas que nos han traído en muchos campos, también al de vivienda.  Idealismo frente a pragmatismo o, más bien, frente a realidad sobrevenida.  

En España se produce la paradoja de que miles de propietarios prefieren no alquilar sus viviendas debido a la inseguridad jurídica causada por el Gobierno del Estado con el sobre proteccionismo al inquilino

La Ordenación del territorio, así como protección de las costas y otros recursos, nos han abocado a un nuevo paradigma que implica muchos inconvenientes a cambio de ese bien común mayor. Creo, que, como todo, se puede y/o debe modular para equilibrar los perjuicios. Creo que en este nuevo mandato europeo se deben reposicionar parte de los planteamientos para sintonizar con la realidad.

Lo de nuestro país merece un capítulo aparte, por cuanto nos hemos dado un tiro en el pie generando inseguridad a propietarios cara al alquiler residencial, que ha sido miel sobre hojuelas cuando, al tiempo, se ha abierto un nuevo mundo de oportunidades con el alquiler vacacional.

Evidentemente, hay que regular esta nueva modalidad antes de que sea un problema, pero la pregunta es por qué los propietarios, de manera masiva y creciente, prefieren tener el piso vacío antes que asumir el riesgo normativo e hiperprotector del inquilino que atenaza al sector. 

… y digo yo ¿No sería más inteligente, además de regular los pisos turísticos, en paralelo, minimizar esos riesgos que provocó nuestra propia regulación sobre el alquiler y protección de colectivos vulnerables?

No sé si la aritmética parlamentaria da para esto, aunque siempre quedará aquello de echarle la culpa a Europa.

¡Ahí lo dejo!