Cuatro grupos políticos no acudirán a la ronda de consultas que ha iniciado ayer el Rey para definir un candidato a la investidura, como le manda el artículo 99 de la Constitución, constituye no solo una falta de respeto con el electorado que acaba de manifestar su voluntad soberana.
Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Junts, Bildu y el Bloque Nacionalista Galego (BNG) han anunciado que no acudirán a Zarzuela a explicitar su intención de voto. Estas fuerzas quieren expresar así su rechazo a la monarquía de nuestro régimen democrático; Sin embargo, a la hora de presentarse a las elecciones o de aspirar a escaños parlamentarios con objeto de modificar el modelo de Estado.
Están en su derecho de apoyar a quien estimen oportuno y al igual que ese derecho se lo concede la Constitución, les obliga a cumplir con las normas que de ella emanan. Además, cobran por ello. Nadie, ningún partido debe ser portador del «recado» de decirle al Rey que cuenta con apoyos de los que no desean decírselo a él y menos aún sabiendo la utilización que esperan obtener por tales apoyos.
Las instituciones se ven entorpecidas por estas ausencias, que suponen un deterioro del funcionamiento democrático. Su derecho a tratar de cambiar el modelo de Estado deben ejercerlo desde la democracia y mediante un referéndum en el que participemos todos los ciudadanos. García Paje dice que no puede tolerarse que el gobierno de España dependa de aquellos que la quieren destruir. Pues bien, en su mano y en su voto está el evitarlo.
Y ya por último otra más. El ministro Exteriores, que tan solícito se mostró para satisfacer los deseos de Puigdemont en la Unión Europea, no ha dicho nada todavía sobre el mapa de la embajada de Marruecos, que incluye Ceuta y Melilla dentro del territorio marroquí. Un ministro de Asuntos Exteriores no debería estar al servicio de un presidente rehén de un prófugo, sino del país que generosamente le paga.
Finalizo con la pregunta inicial… ¿Qué nos está sucediendo?