Cansados, aburridos y decepcionados de la polarización política que no resuelve ningún problema real de los ciudadanos y que agrava la crispación y el enfrentamiento.
Cansados, aburridos y decepcionados como ciudadanos, llegará el momento en el que nos planteemos la opción de no cumplir con el más sagrado de los principios democráticos, por el cual hemos luchado toda una generación. Luchamos por algo de lo que carecíamos: libertad de opinión y derecho a voto, en una sociedad en la que el bienestar ciudadano era el objetivo principal de los poderes políticos.
Y así ha sido durante muchos años, en la que la alternancia en el poder, que es una de las bases principales de la democracia, ponía al servicio de los ciudadanos leyes en las que podíamos discrepar, pero siempre dentro de una normal discusión, que no alteraba ni crispaba a través de mentiras o engaños, ahora llamados bulos.
Alguno pretende que creamos con fe ciega todo aquello que nos cuenta y, a la vez, nos roba nuestra capacidad de análisis para discernir la verdad
He leído una frase de Tertuliano que decía “expresar la grandeza de la fe” y señaló que “las convicciones religiosas pueden y deben rebasar el orden racional de la inteligencia humana”. Era uno de los padres de la Iglesia y, separando el concepto religioso de lo político actual, nos encontramos con que tenemos que creer todo aquello que nos cuentan. Pero resulta que esa capacidad de análisis nos es robada.
¿Puede hablar de desinformación el presidente que más ha faltado a su palabra en nuestra democracia?
Por qué, vamos a ver, ¿a quién creemos, a los que dicen que cumplirán un programa en el que no tienen cabida separatismos, amnistías y corrupción o a los que, acusándoles de ello, son denunciados como creadores de bulos? ¿La señora del presidente del gobierno no cometió delito y la señora del jefe de la oposición sí? Tal vez resulte que, todo ello, es un engaño, urdido tras cinco días de reflexión, para recuperar parte del voto perdido y la oposición insiste en el mismo mensaje para quitárselos.
¿Puede hablar de desinformación el presidente que más ha faltado a su palabra en nuestra democracia? ¿Es compatible lamentar la degradación de la palabra pública con la elección de un perfil como el de Óscar Puente? ¿Podemos creer a quienes lamentan que se fiscalice a familiares de políticos, al tiempo que imprimen sobre una lona la cara del hermano de Isabel Díaz Ayuso, sobre el que no pesa acusación formal alguna?
Los ciudadanos nos seguimos preguntando: ¿Quién miente? ¿Uno u otro?
Todo es mentira lo que dice el otro y la verdad es la mía. Sin darse cuenta de que lo que hoy haces mal y daña, mañana el que venga, lo cambiará para dañarte a ti.
Un resumen de los últimos titulares preocupantes:
- Amnistía
La amnistía llega a su trámite final con tres informes de letrados del Congreso y Senado en contra
- Política
El expresidente socialista Rodríguez de la Borbolla, sobre la trayectoria de su partido: “Nunca un partido en España había caído tan bajo”
- Tezanos
La Junta electoral abre expediente a Tezanos, que se enfrenta a una sanción de 30.000 euros por realizar una encuesta ilegal sobre los días de reflexión del presidente. La derecha convoca una gran manifestación para el día 26.
Los ciudadanos nos seguimos preguntando: ¿Quién miente? ¿Uno u otro?