Pedro Sánchez propone fortalecer la transparencia desde su opacidad, rendición de cuentas desde su desdén al poder legislativo, luchar contra la corrupción sin explicar las evidentes sospechas en su entorno familiar y en su partido y va a colocar un bozal a los medios críticos para seguir fortaleciendo al periodismo complaciente

La última ocurrencia de nuestro presidente, pues todo pasa por él, ha sido el rimbombante “Plan de acción por la democracia”, batiburrillo de ideas que se le ocurrió en su retiro espiritual. Es curioso que tras casi seis años en el trono (porque lo suyo no es presidencia sino imperio), se haya dado cuenta ahora de que nuestra democracia necesita “acción”. Justo en el momento en que su mujer, su hermano y él mismo empiezan a visitar más los juzgados que sus puestos de trabajo.

El famoso plan está disponible para su consulta por los ciudadanos en la web del Ministerio de la Presidencia, así que invito al amable lector a su examen. Y le reto a que, a diferencia de lo que me ha sucedido a mí, pueda leerlo en su integridad sin esbozar una carcajada en cada una de sus páginas. Entre sus líneas de acción (sic), me llaman la atención las siguientes:

  1. “Aprobación de la nueva Estrategia de Gobierno Abierto y remisión a las Cortes Generales del Proyecto de Ley de Administración Abierta para ampliar las obligaciones en materia de transparencia, reforzar los controles sobre los cargos públicos, en especial en materia de conflictos de interés y ampliar la participación ciudadana la colaboración de la sociedad civil en los asuntos públicos”. 

Esto lo dice el Gobierno menos transparente de la Historia democrática de este país, el mismo que permite que los cargos públicos sean designados a dedo para ser “controlados” por la voz de su amo, y que tiene a un fiscal general del Estado que acaba de pedir, literalmente, una reforma legal para que la ciudadanía no pueda promover acciones penales. 

De los “conflictos de interés” ni hablamos: al parecer lo de dar ayudas públicas a terceros vinculados con tu cónyuge no tiene trascendencia si estás lo suficientemente enamorado.

  1. “Establecimiento de una obligación legal de rendición de cuentas cada seis meses para todas las administraciones”. 

Sólo hay que acudir a una sesión de control para comprobar que este Gobierno jamás ha dado cumplimiento a lo que se le ha requerido.

  1. “Aprobación de una estrategia para profundizar en transparencia y reforzar la lucha contra la corrupción

Es de suponer que esto lo han propuesto el anterior ministro de Transportes y la primera dama. O los socios independentistas, vaya usted a saber.

  1. “Aprobación del Real Decreto de ampliación de la plantilla orgánica del Ministerio Fiscal para crear dos nuevas unidades especializadas de la fiscalía general del Estado para avanzar en la lucha contra el fenómeno de la corrupción pública y privada”. 

Podemos prever, con alto grado de certeza, que los Fiscales que ocupen esas plazas serán designados a dedo entre altos cargos del partido que gobierna. Y si se anulan sus designaciones, por incurrir en desviación de poder, se volverán a nombrar otra vez por el mismo fiscal general del Estado entre sus allegados. Nada que no se venga haciendo hasta la fecha.

  1. “Creación de un registro de medios de comunicación en el que se disponga de información pública sobre su propiedad y la inversión publicitaria que reciben”. 

Cierto grupo mayoritario en este país, de indudable sesgo gubernamental y proclive a la recepción de todo tipo de ayudas, estará preocupadísimo.

  1. “Reforma de la Ley de Publicidad institucional para garantizar que sistemas de medición de la audiencia y la metodología que utilicen cumplan los principios de transparencia, imparcialidad, inclusividad, proporcionalidad, no discriminación, comparabilidad y verificabilidad”. 

Si hemos decidido gastarnos 24 millones de dinero público en el programa de un cómico para competir el prime time en la televisión pública, dejemos que sea Tezanos el que mida las audiencias, y así garantizar la rentabilidad de la inversión.

  1. “Impulso de la ley de secreto profesional de los periodistas como garantía jurídica para la protección de fuentes”. 

Salvo que seas un “pseudomedio fabricante de bulos”; en ese caso, cierre provisional.

  1. “Aprobación de una Estrategia Nacional de lucha contra las campañas de desinformación

Esta es la que más me gusta: el mismo Gobierno cuyo presidente se querella contra un juez usando a la abogacía del Estado para una cuestión personal, el mismo que todavía no ha dado ni una sola explicación acerca de las actividades de su cónyuge vinculadas con sujetos que aparecen por Moncloa como quien va a la compra, el mismo que nos vendió un comité de expertos inexistente en plena pandemia, que nos encerró de forma ilegal o que permite que nuestra embajada en Venezuela sea la sede de las fiestas del chavismo, nos dice que va a luchar contra la desinformación.

Son sólo unas pinceladas. Pero no me digan que han sido capaces de contener la risa.