Tras realizar la radiografía de la ciudad en su línea costera, nos empezamos a adentrar en los barrios para ver si mejora algo la penosa situación.
Después de haber leído que el señor del Lagelato está trabajando -si a lo que hace se le puede llamar trabajar- en un proyecto de Presupuestos basados en apretarse el cinturón durante el 2025, creo que esta serie de “etapas” por la ciudad más que titularse, Pero no hay dinero debería titularse: Pero ¿qué han hecho con el dinero?
Espero que nos lo aclaren los miembros de la oposición a través de sus preguntas, porque si esperamos a la transparencia del desgobierno Municipal pueden darnos las uvas del 2026. Tanto es así, que desconocemos si serán capaces de presentar en tiempo y forma (antes del 30 de septiembre) la liquidación del Presupuesto del año 2023, tal como prevé el art.36 de la Ley de Economía Sostenible. Incluso desconocemos si se ha reunido, como es preceptivo, la Comisión Especial de Cuentas en el mes de junio, antes de enviar el informe al Tribunal de Cuentas.
Tras aprobar en 2024 un presupuesto récord de 375 millones, que no se utiliza para realizar un mantenimiento adecuado de los barrios, Lage Tuñas amenazó con utilizar la tijera de los recortes en 2025
Por ello les aconsejaría a los proveedores y contratistas del Ayuntamiento que, visto lo visto respecto de los pagos (sobre todo en el área de Cultura), se pertrechen de fondos propios porque vienen curvas. Si ya no pagaban con Presupuestos “normales”, imagínense lo que puede ser con un Presupuesto ajustado.
Pero, por lo pronto, vamos a realizar una penúltima etapa por esta sencilla radiografía de la salud de nuestra ciudad y mejor radiografía que scanner, porque si profundizamos más, La Coruña entra en la UCI y con pronóstico reservado.
Una vez que abandonamos la primera línea de costa en nuestro paseo, que hemos analizado en los tres primeros capítulos, la situación no mejora lo más mínimo. Así hemos podido ver cómo se han quejado los vecinos del Paseo de los Puentes por esa “ocurrente” fiesta de la hamburguesa; y no es para menos, el césped que lucía extrañamente cuidado en una zona tranquila, que hasta podríamos decir bastante aseada, quedó arrasada como si hubiese pasado por allí el ejército de Atila.
No parece que a este desgobierno le llegue con la romería de Santa Margarita, tradicional y familiar, sino que ahora se busca mil y un entornos naturales para asolarlos con festejos varios, ya sea el mencionado Paseo de los Puentes, el Parque de Bens o en su día también el Parque Europa. Y mira que no habrá espacio “cementado” suficiente en la ciudad donde montar estos saraos.
El Parque de Santa Margarita, por cierto, tampoco es que goce de muy buena salud. Después de la intervención de regeneración de la zona del Molino y la reparación de bancos y mesas -no todos- realizados en el mandato anterior, nada se ha hecho con este emblemático espacio que se va degradando poco a poco. Pero no hay dinero, y por lo que parece tampoco lo habrá el próximo año.
Toca vistazo al Parque de San Diego, cuya pajarera sigue abandonada en un lamentable estado y sin visos de darle una solución, algo que parecía que iba a hacerse ya en el mandato anterior, pero que no pasó de la necesaria remodelación del Mirador de los Castros, precisamente enfrente de los pisitos del señor de Outes. No se quejará Lageman, ya que gracias a su excompañera Esther Fontán, a la que tanto vilipendió, hoy goza de unas espléndidas vistas. Sobre el Pabellón de San Diego y su mantenimiento también podría decir algunas palabras y ninguna buena, porque es deprimente verlo en esas condiciones. Pero mucho me temo que tanto Parque como Pabellón no verán ninguna mejora en un futuro cercano, ya saben, no hay dinero.
En los jardines de Méndez Núñez es urgente arreglar las farolas, los bancos y los bordillos, limpiar las estatuas y el estanque, y volver a revitalizar la rosaleda
Por otro lado, nuestros maravillosos Jardines de Méndez Núñez se mantienen en mínimos: vandalizado el reloj floral; farolas rotas o que no iluminan; sucias las estatuas de insignes personajes como Emilia Pardo Bazán, Concepción Arenal, Pondal, Curros o Valle, entre otros; bancos de difícil asiento; árboles únicos como la araucaria, el cedro del Líbano, la falsa acacia, o el saúco sobreviven a duras penas; el firme y bordillos estropeados; la famosa rosaleda, que fue renovada en el mandato pasado, yace de nuevo pisoteada y regada por los orines de los perros; y la fuente de los peces, gran logro también del pasado mandato, vendido por la alcaldesa a bombo y platillo, parece una gran ciénaga donde, para enorme decepción de los niños que allí se acercan, se hace realmente difícil ver a los bichitos nadando. Y nada diré de la ampliación de acera de enfrente a los Jardines porque es un canto al despropósito: nadie pasea por lo supuestamente ampliado. Pero no hay dinero.
El Mirador de San Pedro precisa que vuelva a funcionar el ascensor panorámico y que se realice mantenimiento periódico de la cúpula, el lago y el resto del parque
Vayamos ahora a otro emblemático parque, mirador incomparable de nuestra ciudad para observar el infinito océano y hasta la ría de Ferrol, por no hablar de la imagen única de nuestra Torre de Hércules. Ya habrán adivinado que se trata del Monte de San Pedro, en el que también se acometieron unas mejoras en el mandato anterior en los cañones y en el laberinto que la desaparecida Marea dejó morir, al parecer por una plaga de hongos. De todos modos, el ascensor panorámico, la cúpula, el lago y en general el resto del parque siguen sin ningún mantenimiento. Pero no hay dinero.
El conjunto compuesto por la Expo Coruña y el Coliseum se caracterizan por estar rodeados de hierbajos y basura, y ambos los dos con un uso más bien escaso, a pesar de lo que suponen para la ciudad como reclamo de eventos, pero ni limpieza ni promoción. No hay dinero.
De las instalaciones deportivas -una vez que ya he comentado la situación del Pabellón de San Diego- les puedo dibujar un panorama desolador. El abandono y el mínimo mantenimiento son los ejes centrales que los definen. No hay más que ver los problemas de nuestro Basket Coruña a estas alturas de la Liga, para darse cuenta de cómo funciona el área de Deportes desde que marchó la anterior concejala: ni actividades, ni eventos internacionales o de categoría, ni por supuesto un euro en nuevas instalaciones, ni mantenimiento de las que hay. Todo porque no hay dinero.
Y como no quiero cansarles, simplemente añadir un listado rápido de espacios públicos deteriorados por la desidia del desgobierno municipal:
Jardines de la Maestranza, Parque de Bens, Parque Europa, Campo de la Leña, Palacio de la Ópera (inaceptable lo de sus goteras y humedades), Escuela de Música, las entradas a nuestra ciudad, Museo Luis Seoane, Bibliotecas, la Terraza de los Jardines, el Jardín de San Carlos, cualquiera de nuestras Plazas en el centro, Plaza de Azcárraga, y hasta el Campo de Marte, renovado en el anterior mandato, vuelve a verse sucio y abandonado.
Y podría seguir, y a buen seguro ustedes me acompañarían en la ruta señalándome mil y un desperfectos que, con responsabilidad, proyecto de ciudad y buena gestión económica harían que nuestra Mariñediña fuera aquella ciudad que tanto brillaba. Pero no hay dinero, ni por lo que parece, lo habrá el próximo año.