Sigue el incremento récord de multas, mientras continúa el aumento de siniestralidad y el estado de las carreteras en España perpetúa su lento deterioro.

La misión de la Dirección General de Tráfico (DGT), según el Ministerio del Interior, es desarrollar acciones para la mejora del comportamiento y movilidad de cualquier vehículo en las vías, así como de formar e informar a los conductores. También es responsable de la seguridad y fluidez del tráfico vial. En ningún caso figura en que la DGT tenga una finalidad recaudatoria. 

Esta introducción sirve para encuadrarnos en el problema que tiene España con los organismos públicos. Hoy vamos con la DGT. Y es que, de acuerdo con los datos publicados por el organismo, el pasado mes de enero los datos de siniestralidad crecieron cerca de un 20% con respecto a los del año 2023. Es decir, 75 personas fallecieron por accidentes de tráfico en enero de 2023 frente a las 93 personas que fallecieron en el primer mes de este año.

España tiene un serio problema de renovación del parque móvil, el tercero más antiguo de Europa, que afecta seriamente a la seguridad vial.

A nivel europeo, se busca el objetivo de que no haya muertes en carretera para el año 2050. Desde hace un par de años, los coches nuevos deben incluir unas ayudas a la conducción para prevenir los accidentes; y parece que, por la cada vez más lenta renovación del parque móvil, esta política no tiene el efecto deseado. Todo lo contrario, si bien el precio medio del vehículo ha subido en más de un 50%, cada vez son más los consumidores que posponen el cambio de su vehículo por la percepción del deterioro de la relación calidad/precio en los nuevos utilitarios.

Sabiendo lo que ha hecho Europa, ¿qué ha hecho la DGT? En 2022 introducía cambios en el Reglamento General de Conductores como la eliminación de superar el límite de 20 kilómetros por hora en carretera nacional. Adicionalmente la fuerte inversión en radares fijos, móviles y de tramo ha hecho que la DGT ponga más multas que nunca. La consecuencia directa de poner más multas es que la recaudación de la DGT se ha disparado.

La DGT ha batido récord de recaudación por multas en 2022, al llegar a 507 millones; sin embargo, el estado de las carreteras es cada vez peor y el objetivo de siniestralidad cero parece inalcanzable.

En el año 2021, la DGT recaudó por multas 445 millones de euros. En 2022 la cifra ascendió a 507 millones de euros. Sin datos todavía de 2023, tiene toda la pinta que será un año de récord. Por ponerlo en perspectiva, los siguientes tres años con mayor recaudación en multas de la DGT fueron en 2009, 2010 y 2011 con 466, 457 y 463 millones respectivamente. Es curioso la relación de que, a peor estado de las cuentas públicas, mayor es la recaudación por multas.

El director de la DGT, Pere Navarro, apeló al factor humano como principal motivo del incremento de la siniestralidad de las carreteras. Si bien el factor humano puede ser una de las causas de los accidentes, otros motivos pueden ser el déficit de mantenimiento de la red nacional de carreteras o la obsolescencia del parque automovilístico nacional: el tercero más antiguo de Europa.

Por poner un ejemplo el presupuesto más alto de la historia para conservación de carreteras fue en 2022 en el que se presupuestó (no entramos a valorar la ejecución de la cifra) 1.371 millones de euros. Aproximadamente 1/3 de ese presupuesto puede ser financiado por las multas de la Dirección General de Tráfico por lo que una de las principales causas de accidentes, el mantenimiento vial, se podría subsanar en parte destinando la totalidad de lo recaudado a ese fin. 

No parece descabellada la propuesta de destinar una buena parte de lo recaudado por multas al programa de conservación de carreteras, para mejorar la seguridad vial.

Hemos comprobado que estamos en datos de recaudación récord en la serie histórica, así como también un incremento en la siniestralidad al volante. Por ello, es muy fácil deducir que el afán recaudatorio de la DGT no tiene una vinculación con la siniestralidad en carretera. De hecho, actualmente se puede ver que, a mayor recaudación, mayor siniestralidad. Esperemos que se dejen de utilizar a los muertos en carretera como excusa para multar más y la DGT aplique de verdad medidas sin un afán recaudatorio.