El ministro de Transporte pide paciencia y comprensión y desde el Golfo Ártabro le recordamos que llevamos esperando 115 años por una conexión decente por tren entre A Coruña y Ferrol.
Escuché, sorprendido, las declaraciones del ministro de Transportes, D. Óscar Puente, respondiendo en el Senado a las acusaciones de la oposición del “caos ferroviario en España”, debido a que media docena de trenes de alta velocidad interrumpían su servicio, y las estaciones de la capital de España se veían afectadas.
Por otro lado, desde Cataluña, recibía las críticas de los políticos nacionalistas, que denunciaban un mal funcionamiento de los trenes de cercanías por -aseguraban- falta de mantenimiento.
Criticas que el ministro no admitía, pues consideraba que “el ferrocarril español se encuentra en el mejor momento de su historia”.
Muchos hablan de la deficiente conexión ferroviaria de Madrid con Extremadura, pero nadie se acuerda de la conexión tercermundista por tren entre A Coruña y Ferrol
Hasta aquí, lo que podría ser uno de tantos “rifirrafe” entre un ministro y los partidos que ejercen oposición. Terminaba el Sr. ministro con una llamada a la sensatez y pedía “paciencia y comprensión”.
Yo, gallego del Golfo Ártabro, no pude hacerle caso, y -según me califico en mi pie de firma-, me posiciono como impaciente, además de poco comprensivo. Mis razones tengo.
Existe en el noroeste de Galicia, hasta la fecha noroeste de España, una línea férrea que une Ferrol con A Coruña. Fue construida hace 115 años, en unas circunstancias “limite”. Poco antes, España había estado en guerra con los EEUU y la situación en Europa ya reflejaba las tensiones preguerra de la cercana I Guerra Mundial, lo que implicaba la dificultad de acceder a los recursos necesarios (materias primas) de una infraestructura relevante.
Los alcaldes de A Coruña desertaron de su responsabilidad con el Golfo Ártabro y la conexión ferroviaria entre A Coruña y Ferrol es buena prueba de ello
Por entonces, este tipo de obras se hacían por iniciativa privada, a cambio de concesiones de explotación. Pero este trazado fue considerado “estratégico por el gobierno español de la época y, a pesar de las dificultades macroeconómicas, el Estado afrontó el reto. Miles de trabajadores de la generación de nuestros abuelos, empezaron a sufrir ampollas en las manos (no existía más ayuda que las palas y rastrillos) para cavar túneles, hacer puentes y construir un camino de hierro que supondría un revulsivo económico para todo el golfo Ártabro, cuya cabecera y referencia era la ciudad de A Coruña: Cabeza, guarda, llave, fuerza y antemural de todo el reino de Galicia, según tiene grabado en la fachada el Palacio Municipal coruñés.
Palabras… porque los alcaldes de A Coruña desertaron históricamente de su responsabilidad, ya no con el resto de Galicia, si no con el Golfo Ártabro. No podemos decir que este proyecto no tuviera “los astros a favor”. Durante medio siglo XX, España estuvo gobernada por un autócrata gallego, y en concreto, de Ferrol, y en los comienzos del siglo XXI, en dos ocasiones, un gallego ha gobernado España con mayoría absoluta. Pero nada, aquel proyecto estratégico cayó en el olvido, y hoy, el tramo más cercano y similar, Oviedo- Avilés, con una población inferior al eje A Coruña-Ferrol, tiene tres veces más frecuencia de servicio.
Hasta ahora, los dirigentes gallegos con responsabilidad de gobierno en España no han logrado impulsar la conexión ferroviaria entre A Coruña y Ferrol, ahora le toca a Yolanda Díaz dar la cara
Desde siempre se ha dicho “Vigo trabaja, Santiago Reza y La Coruña se divierte”, reflejando su concentración en el sector servicios y olvidando que A Coruña es una península, que ha despejado su actividad industrial fuera del municipio: al Polígono Industrial más grande de Galicia (Sabón, Arteixo) y al mayor foco potencial de construcción Naval de España, en Ferrol. Este último, oportunamente reforzado con la gestión del conocimiento (la UDC), y la nueva Agencia Nacional de Inteligencia Artificial (AESIA).
Nos queda confiar en el conocimiento que una gallega-y ferrolana- con importantes responsabilidades (Yolanda Díaz, vicepresidenta del actual gobierno español) pueda entender el potencial del ferrocarril como articulador del golfo Ártabro y el potencial que este espacio tiene para sí mismo, para Galicia y para España por su localización geográfica privilegiada, referente al mercado de la construcción y mantenimiento naval de toda Europa.
Javier Rodríguez-Losada Boedo
Impaciente, ya.