En tres meses, en Galicia ha afectado a 35 comarcas, 1.184 explotaciones ganaderas y 2.822 vacas muertas, y las ayudas prometidas no llegan ni al 20% de las necesidades.
Jesús de la Iglesia Barrientos (Veterinario)
Hace un mes escribía un breve artículo sobre la enfermedad hemorrágica epizoótica en Galicia, una patología que afecta al ganado vacuno, que la transmite la picadura de un mosquito y que causa importantísimas pérdidas económicas en las explotaciones afectadas.
Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, esta enfermedad no era para tanto y apenas iba a afectar a unas pocas explotaciones. No sé si esto os suena de algo. La realidad ha sido que la enfermedad ha pasado como una apisonadora por toda la geografía española, especialmente en nuestra región. Desde el primer caso, en Riós (Verín) el día 12 de junio, nos encontramos con que, a 18 de septiembre, teníamos oficialmente 35 comarcas afectadas en las cuatro provincias, con 1.184 explotaciones perjudicadas y un total de 2.822 animales muertos. Teniendo en cuenta que no se están analizando, a mi juicio, ni la décima parte de las vacas afectadas, el panorama es desolador. Estas cifras son solo la punta de un iceberg que ha supuesto un mazazo dramático en la maltrecha economía de nuestros ganaderos.
De momento, la Xunta de Galicia tan solo ha destinado 200.000€ para paliar las enormes pérdidas económicas que ha causado esta enfermedad a las explotaciones ganaderas y promete 5,4 millones más, de los que 2,8 corresponden al Ministerio
La Xunta de Galicia el año pasado despachó el tema con el desembolso de la “friolera” de 200.000 €, que no sirvieron más que para pagar una mínima proporción de las vacas muertas, pero que, eso sí, le valió a la Xunta para decir que Galicia fue pionera en España en plan de ayudas a la enfermedad.
Este año, el Ministerio acaba de anunciar una partida de 15 millones de euros para toda España, de los que 2,8 millones se destinan a Galicia. Por su parte, el presidente de la Xunta de Galicia anuncia que va a poner a disposición de los ganaderos gallegos 5,4 millones de euros (sin citar que 2,8 vienen del Ministerio) y que con esto quiere dar el tema por zanjado.
Está previsto pagar por los siguientes conceptos: animales muertos por la enfermedad (entre 400 y 1.600 euros por animal) y 20 euros por vaca para tratamientos veterinarios y programas de desinsectación. A nadie se le ha ocurrido pensar que verdadero costo de la enfermedad es, precisamente, el descenso de producción y los abortos que ocasiona la enfermedad, no solo las vacas que se mueren.
Las ayudas anunciadas no llegan ni al 20% de las necesidades totales para frenar los efectos de esta enfermedad en Galicia
Según el Instituto Gallego de Estadística en Galicia disponemos de un total de 524.340 vacas repartidas entre aptitud lechera (304.930) y cárnica (219.410):
- Si quieren dar 20€ por vaca para prevención y tratamientos, tendrían que destinar casi 10 millones y medio de euros.
- Si quieren pagar animales muertos, a una media de 1.200 euros (casi todas las muertes se producen en ganado adulto), habría para pagar 4.500 vacas, lo cual es una cifra insultantemente ridícula de animales.
- Si quieren pagar vacunas (el precio de la dosis es de 5€ y habría que poner dos dosis por animal), el coste sería 5.243.400 euros.
Sin embargo, afirman que lo quieren pagar todo y, además, que son “pioneros”. Como es fácil comprobar, las ayudas anunciadas a bombo y platillo por la Xunta de Galicia, y negociadas por apesebradas asociaciones y sindicatos ganaderos, no llegan a nada.
La esperanza de la Xunta es que nadie haga nada; es decir, que las Agrupaciones de Defensa Sanitaria se estén quietecitas, que los veterinarios oficiales no hagan los muestreos pertinentes y que los ganaderos se mentalicen de que es imposible demostrar que sus vacas murieron de la enfermedad, y que el costo de los tratamientos los tratamientos que ya se pusieron no los van a poder recuperar en la vida.
A fin de cuentas, se va el verano y con el frío piensan que los mosquitos se “duermen” hasta el año que viene.