Proponía que se les preguntase a los españoles qué forma de gobierno estimaban que era mejor para resolver la actual situación política.

Pues bien, esa encuesta la ha realizado una prestigiosa firma (no se trata ni de Michavila ni de Tezanos) y el resultado es que los ciudadanos deseamos un gobierno entre los dos grandes partidos constitucionales. El 60 % lo vería con agrado antes que una coalición con aquellos que buscan acabar con el Estado de Derecho y el espíritu de la Transición.

El cuasi empate de los bloques hace que el fugado Puigdemont tenga la llave del gobierno de España y con sus votos el precio a pagar nos llegará a asombrar. Nos venden aquello de que en Cataluña se consiguió reducir al independentismo; lo que es radicalmente falso.

Si bien los votantes en Cataluña dieron su apoyo mayoritariamente al PSOE y también al PP, no han podido evitar que uno de ellos pueda ser árbitro y hacer que sus votos sean necesarios para la investidura del Sr. Sánchez. Esa es la fortaleza del independentismo que al final no van a pelearse entre ellos, ya que tienen clara su intención: Referéndum, amnistía y condonación de la deuda contraída con el Estado.

REFERÉNDUM. Ello no es posible, pues requeriría una reforma (agravada) de la Constitución hoy inviable sin el concurso o consenso del PP para lograr cambios en el texto constitucional, necesitarían 210 diputados (tres quintos). Y no pequemos de ingenuos al considerar el “referéndum consultivo”, ello tendría inevitablemente consecuencias políticas. Los juristas descartan que se pueda celebrar un referéndum de independencia en Cataluña.

AMNISTÍA. Así las cosas, el futuro judicial del líder independentista vuelve a cobrar actualidad política, si bien el camino hacia un hipotético indulto sería largo, por cuanto requeriría una condena previa, porque la posibilidad de una amnistía suscita dudas constitucionales.

CONDONACIÓN DE LA DEUDA. Si Pedro Sánchez logra eliminar el Referéndum y la petición de amnistía de la negociación con Junts y Esquerra Republicana y limitarla al terreno económico, el precio de su investidura sería también enorme. La cuantía de dicha deuda es de unos sesenta y tres mil millones de euros. Aunque eso suponga menos inversiones en Extremadura y demás regiones más desfavorecidas de España.

Cataluña se ha consolidado en la era Sánchez como la comunidad que más inversión estatal recibe, pese a ser una de las más prósperas. Eso sí, el dinero condonado es de TODOS los españoles, pero no se le pregunta al resto de las Autonomías su opinión. Por ello es ABSOLUTAMENTE necesario un acuerdo de Estado para evitar el chantaje independentista y solamente PSOE y PP pueden hacerlo olvidándose el primero del antidemocrático pacto del Tinel cuyo objetivo único era que, como dijo Pablo Iglesias el ex vicepresidente, que la derecha nunca gobierne en este País, aunque gane.

Esa es la Democracia de algunos.