El portavoz popular, Miguel Lorenzo, descubre la gran mentira del concejal socialista mostrando un informe del 4 de marzo que demuestra que las obras de la entreplanta estaban finalizadas cuando le otorgaron la licencia de obra.

Nervioso, desencajado, balbuceante, descompuesto, rictus crispado, con dificultad para tragar saliva, moviendo papeles y pasando un auténtico calvario. Para Lage Tuñas, el Pleno municipal de ayer 11 de abril, pasará al recuerdo como uno de los peores días de su vida y para el resto de coruñeses supone la constatación de que Inés Rey tiene un gigantesco problema político, que tiene que cortar de raíz.

El resumen de lo que pasó en el Pleno municipal es sencillo. Lage Tuñas mintió y lo pillaron con las manos en la masa. No respondió a una sola de las preguntas que le plantearon los concejales de la oposición, ni las incógnitas que le plantearon los afectados por los retrasos en la tramitación de los cambios de uso en Urbanismo publicadas por AHoyNoticias, ni las cuestiones que publicaron otros medios independientes no subvencionados por las “alforjas públicas” del ayuntamiento.

Lage Tuñas mintió y lo pillaron con las manos en la masa. Aseguró que las obras se iban a realizar tras la aprobación de la licencia de obra el 6 de marzo de 2024 y Miguel Lorenzo, portavoz del Partido Popular, mostró un informe de Urbanismo que demostraba que las obras estaban hechas ya el 4 de marzo.

Se escondió detrás de los funcionarios de Urbanismo, amenazó con demandar a la oposición y a los medios de comunicación que hemos destapado este escándalo (ya está tardando), manejó un victimismo pueril (al final casi echa una lágrima), pero, sobre todo, mintió, de forma reiterada, en cada una de las frases que emitió en su largo discurso (tenía tres minutos de tiempo y la alcaldesa le permitió llegar a los 13 minutos, haciendo gala de nuevo de una nula neutralidad).

Analizaremos su intervención de forma pormenorizada en otro artículo, pero hoy sólo vamos a informar de los grandes titulares. Lage Tuñas, confiado y prepotente, se vino arriba en su intervención para justificar por qué pudo comprar una entreplanta barata en Os Castros acudiendo a un notario de Sarria, inscribirla como vivienda en el Registro de la Propiedad, por qué realizó obras sin licencia y librarse de los expedientes sancionadores que impulsó la concejalía de Urbanismo y, aun así, lograr que le aprobasen la licencia de obra en menos de un mes, tras presentar toda la documentación necesaria. Sabemos que el muchacho “va de campeón” por la vida, arrasando con todo, despreciando a todos, ocultando sus tropelías, machacando a los más débiles, incluidas sus compañeras concejalas socialistas que han sufrido sus “lindezas”, pero ayer se pasó de frenada y cayó en su propia trampa.

Jorquera estuvo muy tibio a la hora de preguntar a Lage Tuñas por el escándalo de las obras ilegales en su entreplanta.

Tenemos dos noticias sobre los portavoces de la oposición que han intervenido en este Pleno municipal de abril: una mala y otra buena. Empecemos por la mala: el papelón de Jorquera (BNG) ha sido lamentable. Le faltó ponerle cremita a Lage Tuñas y darle palmaditas en la espalda cantándole un ea-ea-ea. Otra decepción, y van muchas, del, en otros tiempos, combativo líder nacionalista que, seguramente, no sería tan dócil de tratarse de un escándalo protagonizado por los conservadores; pero, para su desgracia, el actor principal es un “progresista” (de los que hace progresar su patrimonio de forma exponencial) y tampoco quiso hacer sangre, no fuera que el Sultán de Outes se plantee lo de las dedicaciones exclusivas de los concejales nacionalistas y sus asesores.

Miguel Lorenzo, portavoz del PP, esperó pacientemente a que Lage Tuñas confirmase la gran mentira y después mostró las pruebas que demuestran las obras ilegales del concejal socialista.

La buena noticia, la gran sorpresa, ha sido que hemos descubierto a un gran estratega y a un excelente y paciente pescador. Miguel Lorenzo, portavoz del Partido Popular, con fama de buena persona (que lo es), se puso el cuchillo entre los dientes y esperó a que Lage Tuñas se metiese en el fango él solito. Y se metió. El concejal con competencias en Urbanismo tuvo la santa caradura de afirmar “’actué conforme a la legalidad”, defendió su “honor y su honestidad” y aseguró que cumplió “escrupulosamente con la ley”.

Pero lo mejor vino al final, cuando Lage Tuñas afirmó con rotundidad, dos veces, que “no hay ninguna obra hecha” en la entreplanta y que se ejecutará la reforma en fechas próximas, una vez que se ha obtenido la licencia el 6 de marzo del presente año. Sin ponerse colorado y sin despeinarse (difícil en su caso).

Lage Tuñas afirmó que “no hay ninguna obra hecha” y que se realizarían tras obtener la licencia el 6 de marzo.

Y entonces surgió el “killer” Miguel Lorenzo y cazó al matón Lage-man. El portavoz popular mostró, a todos los asistentes al Pleno municipal y a las personas que lo seguían por internet, un informe realizado el 4 de marzo de este año, dos días antes de que la directora de Urbanismo le concediese la licencia a su jefe, tras una inspección urbanística realizada en la entreplanta de Lage Tuñas por un funcionario de Urbanismo. El informe señala que “en este piso se han realizado obras de segregación; este piso lo han dividido en dos viviendas; la distribución de los pisos está rematada, terminadas las obras y corresponde con un plano que se encuentra pegado en el tabique de la obra”. Lage Tuñas, tocado y hundido.

El portavoz popular mostró el informe del inspector de Urbanismo que demuestra que las obras de reforma de la entreplanta de Lage Tuñas para convertirla en dos viviendas, ya estaban rematadas el 4 de marzo.

Resumiendo, el concejal con competencias en Urbanismo, que estaba bajo sospecha, afirmó, delante de todos los asistentes al Pleno municipal del 11 de abril de 2024, que las obras se realizarían en su entreplanta después de obtener la licencia el 6 de marzo de 2024, pero un funcionario de Urbanismo redacta un informe el 4 de marzo de 2024 donde se constata que las obras ya están hechas. No hay más preguntas, Señor Juez.

Cada minuto que pase sin dimitir es una afrenta para la ciudad y cada minuto que Inés Rey deje pasar sin cesarlo en sus funciones supone una hemorragia incontrolada en ese desgobierno en absoluta minoría.

En conclusión, Lage Tuñas, concejal con competencias en Urbanismo, hizo obras sin licencia en su entreplanta para convertirla en dos viviendas y mintió de forma grosera en el Pleno municipal. Cada minuto que pase sin dimitir es una afrenta para la ciudad y cada minuto que Inés Rey deje pasar sin cesarlo en sus funciones supone una hemorragia incontrolada en ese desgobierno en absoluta minoría.

Permanezcan atentos a sus pantallas.