Al concejal con competencias en Urbanismo de A Coruña le perdonan dos sanciones por hacer obras sin licencia y le aprueban, en menos de un mes, la licencia de obra, una vez que ha finalizado la reforma de su entreplanta para convertirla en dos fantásticos pisos.

En la primer capítulo de esta serie de artículos, hemos visto cómo Lage Tuñas compra una entreplanta de 157 m2 a un precio asequible y la registra como vivienda en el Registro de la Propiedad; en el segundo capítulo hemos visto el truco que intentó para hacer las obras de reforma de forma rápida mediante una comunicación previa y sin pagar impuestos municipales; en el tercer capítulo evidenciamos como siguió permitiendo hacer obras sin licencia a la empresa que contrató y cómo los vecinos lo denunciaron; y en el cuarto capítulo demostramos que no le comunicaron el expediente sancionador, ni le llegó la orden de paralización de las obras, ni le realizaron la inspección urbanística solicitada por los vecinos del edificio.

 

Pensarán que ya no se puede superar este disparate y se equivocan. Los vecinos del edificio siguen denunciando el abuso que está cometiendo Lage Tuñas durante meses, tratando de que alguien tome medidas en Urbanismo y exigen dos cosas lógicas:

  • Que compruebe un inspector de Urbanismo que no existen las salidas de humos que exige la ley para otorgar la licencia de cambio de uso, en las viviendas del concejal con competencias en Urbanismo.
  • Y que la concejalía muestre la Resolución que envió a Lage Tuñas frenando su intento de convertir la entreplanta en viviendas en el Registro de la Propiedad.

Por desgracia, Urbanismo no realizó el trámite que lleva a cabo habitualmente con este tipo de solicitudes y Lage Tuñas no tuvo que demostrar que la entreplanta era vivienda desde 2014, remitiendo la licencia de obra, el proyecto técnico, y los recibos de luz o agua que acreditasen el uso residencial de ese inmueble desde esa fecha.

En este tramo final, empieza un episodio que firmaría el mismísimo Chiquito de la Calzada y que bautiza el titular de este capítulo 5, Licencia “por la Gloria de mi madre”. Y es que la directora de Urbanismo, Gloria de la Montaña, en la que se depositaron enormes expectativas para poner solución al enorme caos de esa concejalía coruñesa, ha resultado ser una gran decepción.

Tras ser conocedora del rosario de disparates que permitió el concejal con competencias en Urbanismo a las empresas que contrató, con dos comunicaciones previas que trataron de tomar un atajo no permitido, las reiteradas denuncias de los vecinos, los expedientes sancionadores que se dejaron caducar o se guardaron en un cajón, la solicitud de licencia que incumplió los plazos de tramitación, los agujeros en la fachada que se abrieron sin permiso de la comunidad, el informe de la policía local que acreditó que se estaban haciendo obras sin licencia y la inspección de urbanismo, que había que haber realizado obligatoriamente, pero que no se llevó a cabo tras un primer intento frustrado, se puso a buscar, sin éxito, a algún funcionario de Urbanismo que aceptase “pulpo como animal de compañía” y realizase el informe previo a la licencia de reforma que presentó Lage Tuñas para convertir una entreplanta en dos viviendas.

Para desgracia de la directora de Urbanismo, los técnicos de la concejalía tienen dos dedos de frente y no querían terminar en los juzgados, pero eso no desanimó a la directora nombrada por Lage Tuñas. Ni corta ni perezosa, Gloria de la Montaña se arremangó y tomó una decisión sin precedentes: firmó ella misma la licencia de obra que presentó su jefe y lo hizo cometiendo un error de bulto en la tramitación, porque la licencia no contó con el informe jurídico que acompaña a todas las licencias que se firman en esa concejalía. ¿Por qué sucedió esta excepción? Una buena pregunta para que Inés Rey, alcaldesa de A Coruña responda en el Pleno municipal. 

Y hablando de excepciones, ¿por qué la alcaldesa delegó todas las actuaciones de este expediente urbanístico en la directora de Urbanismo, tras la abstención de Lage Tuñas, obligado por los informes de los funcionarios? Pues muy fácil, porque Inés Rey-na no se fiaba de Lage Tuñas y no quiso firmar ese expediente tras la abstención de su concejal. Vamos, lo que se conoce como “entra tú, que a mí me da la risa”.

Es vergonzoso que esta licencia sea la gran excepción, también, en la celeridad con la que se ha tramitado. Desde que Lage Tuñas presentó toda la documentación hasta que se firmó la licencia pasó ¡menos de un mes!, lo que es inaudito, teniendo en cuenta que la media de retraso en la tramitación de licencias municipales sobrepasa, en el mejor de los casos, el año de espera y se cuentan por decenas las solicitudes que superan los dos años de retraso.

 

En otro movimiento inexplicable, la directora de Urbanismo, Gloria de la Montaña, que hay que recordar que su jefe es Lage Tuñas, envía la licencia de obra firmada por ella misma al departamento de Disciplina Urbanística para tratar de frenar el expediente sancionador abierto por las funcionarias y que había que comunicar a Lage Tuñas por haber realizado obras sin licencia.

No contenta con esa maniobra, Gloria de la Montaña redacta un informe para que se archive el expediente sancionador abierto a Lage Tuñas, por haber iniciado las obras con una simple comunicación previa y también para descartar el segundo expediente sancionador porque ya ha firmado ella la licencia y “pelillos a la mar”, a pesar de las denuncias de los vecinos del edificio y de que la policía local verificó que se estaban realizando obras sin licencia en la entreplanta de Lage Tuñas. El informe de la policía local fue tajante: “Desde el exterior del pasillo se aprecia como el interior de las viviendas está siendo reformado por completo y los obreros están realizando divisiones con planchas de pladur”. Blanco y en botella.

Es decir, la directora de Urbanismo firmó la licencia cuando, prácticamente, ya habían finalizado las obras de reforma de la entreplanta y Lage Tuñas disponía de dos flamantes pisos nuevos que, al parecer, quiere destinar a alquiler turístico.

El criterio de la directora de Urbanismo para perdonar las sanciones a Lage Tuñas por hacer obras sin licencia son insostenibles. Básicamente, mantiene que, como ya ha firmado la licencia, es mejor archivar las sanciones y, además, se apoya en el informe del Inspector de Urbanismo que “adivinó” que no había obras en la entreplanta por el estado de limpieza del portal y del rellano. Evidentemente, Gloria de la Montaña no obligó al dócil inspector de Urbanismo a volver a la entreplanta para comprobar si realmente llevaban meses haciendo obras, como atestiguaron los vecinos y confirmó la policía local.

Por desgracia, la directora de Urbanismo, con ese informe, nos viene a decir que en A Coruña se practica el “ti vai facendo” de toda la vida con los “amigos” y después se les firma la licencia de obra o de cambio de uso, aunque sea tapándose la nariz. Evidentemente, con el resto de coruñeses que solicitan licencia o cambio de uso, esto no se hace, al contrario, en Urbanismo son implacables e, incluso, se pasan de la raya poniendo pegas por cualquier tontería.

 

Para poner la guinda a este escándalo, la Junta de Gobierno Local, presidida por la alcaldesa Inés Rey, da su bendición a la aprobación de esta ignominiosa licencia. Tal es el tamaño del escándalo que, el destronado concejal de Urbanismo, el ahora “mudito” Fran Dinis, discurre una treta para no acudir a esa Junta de Gobierno y alega una oportuna “avería” de su vehículo. Se ve que ese día se agotaron los taxis.

A continuación, la alcaldesa inicia la estrategia de ocultar los expedientes a los concejales de la oposición y trata de expandir tinta de calamar y negar la mayor: “Siempre han accedido acceso a todos los expedientes que han pedido y a este también”, “se le da acceso a los concejales del PP, del BNG, a particulares, a entidades, a la Valedora do Pobo; es decir, a todo aquel que solicita acceso a los expedientes. Nunca ha habido ningún problema”, “que vayan a la fiscalía”, “reitero la honestidad de mi gobierno”, etc. Lo que viene siendo un “suicidio político” de libro, porque defender lo indefendible y permitir el abuso de poder y el trato de favor a su concejal con competencias en Urbanismo es algo que no le perdonarán ni sus propios votantes.

En resumen, Lage Tuñas, concejal con competencias en Urbanismo en A Coruña: 

  1. Inscribió una entreplanta como vivienda en el Registro de la Propiedad con un informe de un arquitecto que ha sido rechazado por los técnicos de Urbanismo.
  2. Realizó obras sin licencia mediante una simple comunicación previa desde el 15 de noviembre de 2022.
  3. No pagó los impuestos municipales por la obra que estaba realizando mediante comunicación previa, a pesar de ser el concejal de Hacienda.
  4. Después solicitó licencia sin proyecto técnico y, posteriormente, lo presentó fuera de plazo, lo que debería de haber caducado el expediente.
  5. Los que sí se deja caducar es un expediente sancionador en Urbanismo por las obras realizadas mediante comunicación previa, para que no sea notificado a Lage Tuñas.
  6. Sigue haciendo obras sin licencia y abre agujeros en la fachada del edificio sin licencia ni permiso de la comunidad de vecinos. 
  7. A continuación, no le comunicaron un segundo expediente sancionador, ni le llegó la orden de paralización de las obras sin licencia que se impulsó en su concejalía, ni le realizaron la inspección urbanística solicitada por los vecinos del edificio.
  8. En Urbanismo consienten que siga el trámite de la solicitud de la licencia de obra de Lage Tuñas, con la obra comenzada, a pesar de que se incumplieron los plazos de los trámites.
  9. A pesar de todo esto y de tener constancia de las denuncias de los vecinos y del informe de la policía local, que demuestra que se estaban haciendo obras sin licencia, increíblemente, la directora de Urbanismo firma la licencia de obra en menos de un mes, tras la presentación de toda la documentación fuera de plazo y con la obra prácticamente terminada.
  10. Y, por último, Gloria de la Montaña pone la “guinda al pastel” y redacta un informe perdonando las dos sanciones a su concejal, porque ya había firmado ella la licencia.

Y después la alcaldesa Inés Rey pone la mano en el fuego por la honestidad de su gobierno municipal. Pues que llame a los bomberos porque se ha quemado la mano y el brazo entero.

Mientras tanto, Lage Tuñas ya tiene lo que quería: dos fantásticas viviendas que incrementan de forma notable su ya importante patrimonio. Un fenómeno de la economía familiar este concejal de Hacienda con competencias en Urbanismo.

Y respecto a la afirmación de la alcaldesa de que se acuda a la fiscalía, sólo recordarle lo que dijo su amado líder Tirano Pedrone: “¿De quién depende la fiscalía?”. Pues eso, si hubiera fiscalía independiente, ya estaría abierta una investigación de oficio, pero esto es Españistán y va a ser que no.

Si alguno piensa que esto termina aquí y que nos hemos cansado, están equivocados.

Seguiremos, incluso a pesar de las amenazas de llevarnos al juzgado. 

Permanezcan atentos a sus pantallas.