Estas fotos muestran el estado lamentable de las aceras a lo largo de la calle Sol. No es que sea una excepción. Esto lo sufrimos los peatones en todos los barrios de la ciudad. Pavimento levantado, losetas que se mueven y los que ya somos mayores vamos con la cabeza mirando al suelo porque tenemos miedo a tropezar y caer.
Yo mismo he visto caer a muchas personas a lo largo de mis paseos durante el año pasado debido al mal estado de las aceras. He preguntado en el ayuntamiento y me han respondido que se gastan 5 millones cada año para mantener en buen estado las aceras y las calles. Pues que miren bien dónde se mete ese dinero, porque en mantener aceras seguro que no.
Aún recuerdo cómo el año pasado la alcaldesa se reía en un programa de radio cuando alguien le decía que la gente mayor tropezaba y se caía, porque las aceras estaban fatal. Pues no es para reírse, señora alcaldesa. Investigue este asunto y verá como no es para reírse.