Camino por las calles de mi ciudad y esto parece un país de tercermundista. Desde hace más de un mes empecé a ver como se acumulaba más basura de la normal en los contenedores, pero en esta última semana esto se ha ido de madre.
Bolsas de basura rebosan los contenedores y están tiradas por el suelo, muebles y colchones, como en el de la foto que envío en la calle Antón Vilar Ponte, ya forman parte del panorama habitual del día a día de la ciudad. Yo me pregunto ¿qué está pasando? ¿hay una huelga de recogida de basura o no la hay?
La calle dice claramente que si hay huelga, aunque no esté convocada ni sea legal, y el ayuntamiento tira balones fuera. Lo que tengo claro es que los vecinos pagamos impuestos para que el servicio público municipal retire la basura con eficacia.
Con tanta basura ya se empiezan a ver ratas en los contenedores de basura dándose un festín y la alcaldesa sigue de Carnaval. Así nos va.