Fracaso rotundo del intento de Pedro Sánchez de torpedear la Lei do Litoral al blindar el Tribunal Constitucional el futuro de miles de personas que dependen de la Cadena Mar-Industria en Galicia.
La prepotencia y la soberbia del Gobierno de Sánchez ha sufrido un importante varapalo. El Tribunal Constitucional ha avalado, por unanimidad, la Lei do Litoral de Galicia, y a Pedro Sánchez le ha salido el tiro por la culata en su intento de discriminar a Galicia y herir de muerte a uno de sus principales motores económicos.
Pedro Sánchez pretendía perjudicar, de forma irreversible, a 4.000 instalaciones y empresas ubicadas en la costa gallega y poner en riesgo miles de puestos de trabajo.
Sin otro objetivo que el de cuestionar una decisión del Gobierno gallego y el extraordinario trabajo de los técnicos redactores de la Lei, Pedro Sánchez pretendía perjudicar, de forma irreversible, a la industria conservera y pesquera gallega, poniendo en riesgo la legalidad de más de 4.000 instalaciones y empresas ubicadas en la costa.
De otro modo, no se entiende que el Gobierno de Sánchez rechazara reiteradamente los intentos de diálogo del Gobierno de la Xunta para resolver cuestiones que, finalmente, ha decantado la Justicia con el pronunciamiento del Alto Tribunal a favor de la normativa gallega.
Pedro Sánchez ha demostrado que solo gobierna par aquellos territorios que le permiten mantenerse en el sillón de La Moncloa.
El Estatuto de Autonomía de Galicia contempla la concesión de autorizaciones para la ocupación de dominio marítimo-terrestre, una competencia que el Pedro Sánchez quería usurpar al Gobierno de Alfonso Rueda.
Pero, una vez más, como ocurrió con las elecciones autonómicas, no se dio cuenta que subestimar la capacidad de decisión del pueblo gallego, tiene sus consecuencias.
Se pueden entender la rivalidad política entre gobiernos con ideologías contrapuestas, pero lo que no se puede tolerar es que se juegue con el medio de vida de miles de familias que dependen de la industria pesquera y transformadora en Galicia.
La Lei do Litoral pretende conjugar la seguridad jurídica de empresas y trabajadores con la protección del medioambiente y así lo ha ratificado el Tribunal Constitucional.
La lei do Litoral de Galicia buscaba dar seguridad jurídica a todas esas empresas que han hecho inversiones multimillonarias en terrenos de dominio público marítimo-terrestre para el desarrollo de su actividad productiva, sin menoscabar la protección del medio ambiente. Y así lo ha entendido el Tribunal Constitucional por unanimidad, mientras el Ministerio de Transición Ecológica ha evidenciado un desconocimiento absoluto de las particularidades del litoral gallego y de la riqueza que genera, tratando de imponer unas limitaciones medioambientales sin sentido alguno, cuando la protección del medio está más que garantizada.
Pedro Sánchez recurrió la Lei do Litoral de Galicia y, al mismo tiempo, transfirió al País Vasco las competencias que pretendía negar a Galicia
Pero, por si no fuera suficiente con negar el diálogo con la Xunta de Galicia para resolver esas diferencias sobre la Lei, y con presentar un recurso de inconstitucionalidad, el “librepensador” Sánchez – que se ha retirado 5 días a sus aposentos a pensar que va a hacer de su vida – tuvo la desfachatez de transferir la gestión del litoral al País Vasco, para asegurar su investidura, mientras cuestionaba la normativa gallega, lo que supone un agravio absolutamente intolerable.
A la vista de los acontecimientos no estaría mal que el Gobierno de Sánchez en pleno se tomara un amplísimo periodo de tiempo para pensar y meditar, alejado de las instituciones y del gobierno de España, antes de que el enfrentamiento social que está provocando tome una senda sin retorno.