Mantener un rebaño agrupado cuando se ostenta el poder es tarea sencilla, otra cosa es aglutinar y mantener la unión en la intemperie de la oposición

Me decían que la primera lección que uno recibe al llegar a un partido político es algo así como: “cuando entres en mi despacho y veas que tengo un cuadro torcido piensa que es posible que yo lo quiera tener así”.

Ese mensaje tiene poco que ver con la diversidad o la originalidad de cada uno, sino con ese modo de manejarse en base a una férrea disciplina en torno a intereses exclusivamente partidistas o del mismo líder. El problema es que ese modo de entender los roles difícilmente puede sumar activos entre quienes no comen del pesebre.

Los liderazgos basados en tenerlos más grandes, ni son de este tiempo ni consiguen la fidelidad que persiguen. En mi opinión lo importante es rodearse de leales más que de fieles, y que ante una discrepancia ineludible antepongan a su verdad el encaje de todos.

Cuanto más centrada es una organización más promueve esto que sugiero; para todas las demás hay una figura que impera: el secretario de Organización. Figura siempre importante, que en la paz hace amigos y en la guerra no hace prisioneros. 

La disparidad, las ocurrencias, la dejadez o las prisas pueden convertirse en motivos de desencuentro en política

Mantener un rebaño agrupado cuando se ostenta el poder es tarea sencilla, otra cosa es aglutinar y mantener la unión en la intemperie de la oposición. La disparidad, las ocurrencias, la dejadez o las prisas pueden convertirse en motivos de desencuentro, pero nada tan dañino como fustigar a quien nada te debe, así como el imponer aquello de “prietas las filas” a quien respira por sí mismo, porque una relación no suele romperse solo por lo último que se deja ver.

Reconducir algo que ya ha quebrado suele ser difícil, pero querer hacerlo sin tocar nada de lo que lo originó, me parece hasta infantil. ¿Realmente se quiere cambiar, o simplemente tratar de disimular la crisis?

Me da la impresión de que cuesta entender que se tocó fondo y que hay que revisar el cuaderno de navegación y algo más o, quizá, sí que saben, pero cuesta más el empeño que la conquista.

Seguro que hay quien se frota las manos viendo cómo se manejan estos del PSOE en Langreo, porque ¿no estarán pensando otra cosa no?

Si nada es lo que parece o piensan que no todo es verdad, quizá, a algunos, les consuele saber que todas estas cuitas internas solo interesan a los implicados, a los que mecen la cuna y a los que de todo escribimos. En cualquier caso, pronto las historias serán otras.

Mientras tanto ¡Que haya paz!