Estos fármacos representan una nueva era en el tratamiento de la diabetes tipo 2 y la obesidad, ofreciendo opciones más efectivas y con mejores perfiles de seguridad que los tratamientos anteriores.

A principios del mes de julio se pone a la venta en España un nuevo medicamento con el nombre comercial de Mounjaro (Tirzepatida). Su uso está aprobado para la diabetes tipo2 y se encuentra en estudio para el control de peso para personas con obesidad.

Este producto se une a otros dos fármacos como son el Ozempic y el Wegovy (semaglutida), que también consiguen una reducción de peso y el control de la diabetes tipo 2, pero a diferencia de los que se vienen utilizando hasta el momento, tienen un elevado coste para el paciente, siendo el de este último más elevado, al no estar financiado por el sistema de salud. A los tres fármacos se les suelen denominar “milagro” ya que consiguen reducir el peso con poco esfuerzo para el paciente.

El coste de estos medicamentos “milagro” ronda los 128 euros hasta los 271 euros

Estos medicamentos tienen efectos positivos ya demostrados en ensayos clínicos, pero, como todos los fármacos, no están carentes de efectos secundarios y tienen sus contraindicaciones y, además, tienen otro problema adicional, su elevado precio. 

El Mounjaro costará 271 euros al mes la dosis de 5 mg y 358 euros la de 10 mg y no va a estar financiado por la Seguridad Social, al igual que el Wegovy que saldrá por 292,03 euros (1 pluma con 4 dosis). El Ozempic, por el contrario, está financiado y tiene un coste de 128,15 euros (1 pluma 4 dosis) y su presentación oral (Rybelsus 7 mg) de 132,77 euros. con aportación especial (21 de junio de 2024).

Hay que señalar que la vía de administración subcutánea de Mounjaro y de Wegovy, su frecuencia 1 vez a la semana y la necesidad de mantener el tratamiento un largo tiempo, puede suponer un inconveniente.

La alta demanda de estos medicamentos está originando desabastecimiento en farmacias y falsificaciones en la venta on-line

Tanta expectación ha levantado estos fármacos, pese a su elevado precio, que es frecuente el desabastecimiento en las farmacias por la alta demanda o, lo que es peor, la falsificación de estos en los canales de venta on-line.

Este grupo de medicamentos, que en origen están destinados para la diabetes tipo 2, no solo mejoran el control de la glucosa en sangre y ayudan a bajar de peso, sino que brindan beneficios cardiovasculares, independientemente del peso inicial y de la cantidad de peso perdido. En las personas con diabetes de tipo 2, mejora el control glucémico a través de múltiples mecanismos, que incluyen mayor secreción de insulina, menor secreción de glucagón y una mejor sensibilidad a la insulina.

Están indicados en pacientes con un índice de masa corporal (IMC) superior a 30 o con un IMC superior a 27 y un problema médico grave relacionado con la obesidad, como diabetes o hipertensión arterial

Fundamentalmente estos medicamentos están indicados en personas con sobrepeso que no ha perdido kilos con dieta y ejercicio, aunque siempre será un médico el encargado de recetarlos. Los requisitos son dos: Tener un índice de masa corporal (IMC) superior a 30 o bien tener un IMC superior a 27 y tener un problema médico grave relacionado con la obesidad, como diabetes o hipertensión arterial.

El uso de semaglutida oral para perder peso sin indicación médica presenta varios riesgos significativos, incluyendo problemas de seguridad, efectos secundarios graves y cuestiones éticas y legales. Utilizar un medicamento fuera de sus indicaciones aprobadas, sin supervisión médica, puede ser considerado ilegal y poco ético. Obtener este fármaco sin receta puede implicar recurrir a canales no regulados, aumentando el riesgo de adquirir medicamentos falsificados o contaminados.

Las personas que buscan perder peso han de adoptar un enfoque integral, con dieta equilibrada, ejercicio regular y, cuando sea necesario, medicamentos bajo supervisión médica.

Es crucial que cualquier tratamiento para la pérdida de peso sea supervisado por un profesional de la salud, para asegurar su seguridad y eficacia. Para quienes buscan perder peso, es recomendable adoptar un enfoque integral que incluya dieta equilibrada, ejercicio regular y, cuando sea necesario, tratamientos médicos bajo supervisión.

Dado que son medicamentos relativamente nuevos, los efectos a largo plazo aún no son completamente conocidos y requieren más investigación.

El impacto económico de los nuevos fármacos para la diabetes tipo 2 y para la obesidad es complejo. Mientras que los costes iniciales son altos, los beneficios potenciales a largo plazo, como la reducción de complicaciones y mejoras en la calidad de vida, pueden justificar la inversión.

Foto. El elevado coste de estos medicamentos puede elevar mucho el gasto farmacéutico del sistema sanitario

Los precios elevados pueden aumentar, de forma significativa, el gasto total en medicamentos para las instituciones de salud pública y privada, por lo que hace preciso evaluar el impacto económico sobre el sistema de salud y racionalizar sus indicaciones. 

Los pacientes que se ven obligados a asumir el coste de estos medicamentos se pueden enfrentar a altos costes mensuales, lo que puede suponer una barrera significativa para el acceso. Por todo ello, es crucial abordar las barreras de acceso para asegurar que todos los pacientes puedan beneficiarse de estos avances. 

Estos fármacos representan una nueva era en el tratamiento de la diabetes tipo 2 y la obesidad, ofreciendo opciones más efectivas y con mejores perfiles de seguridad que los tratamientos anteriores. Recurriendo al dicho español “es difícil ponerle puertas al campo”, especialmente en lo relativo a la pérdida de peso de forma fácil.