El ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, presidido por José Luis Escrivá, está buscando fórmulas para disminuir el gasto en pensiones y tratar de hacer sostenible un esquema Ponzi. Las pensiones se idearon en su día con una pirámide de población, esperanza de vida y estructura salarial muy diferente a la actual. Con las cotizaciones actuales, la caja de la Seguridad Social para pensiones está en déficit y necesita de continuas transferencias de los Presupuestos Generales del Estado para poder atender a las obligaciones de los pensionistas actualmente.
De todos los sistemas valorados, el ahorro en planes de pensiones de empleo complementarios para la pensión pública es el que más modelos de éxito presenta en Europa. Aparte de los países nórdicos, Países Bajos destaca por un sistema mixto de aportaciones privadas y mediante cotizaciones públicas. Este sistema destaca por la obligatoriedad de los planes de pensiones de empleo, lo que en consecuencia, hace que cerca del 90% de los trabajadores esté cubierto con éste sistema de previsión financiera que financia aproximadamente un 70% de la prestación.
El principal sistema de pensiones en Países Bajos se asemeja al caso español, ya que es contributivo y de reparto. Sin embargo, hay una diferencia notable ya que el plan genera un 2% por cada año trabajado o por haber residido en el país entre los 15 y los 65 años; que serán 67 años en el año 2024, como el caso de España en 2027. De esta manera, la mayor parte de la renta de los futuros jubilados se cubre con unas aportaciones por parte del empleador. Obviamente, el empleador tiene una exigencia fiscal mucho menor que en el caso español.
Los sistemas de pensiones mejor reputados del mundo son los de Islandia, Dinamarca y Países Bajos según el informe “Mercer Global CFA Institute Global Pension Index”, pues son los que ofrecen mejores prestaciones, más sostenibles y con mayor grado de solidez. En consecuencia, estamos hablando de sistemas de pensiones que se asientan mayoritariamente en el sector privado o empresarial y que tienen una causa común: la crisis de 2008 que llevó a miles de familias a perder la totalidad de sus ahorros.
Volviendo a España y tratando de extrapolar el sistema de Países Bajos, tan solo un 28% de las empresas tienen planes de pensiones de aportación definida para sus trabajadores. Dichas aportaciones medias son del 4% del salario. En el caso de España los activos en planes de pensiones privadas suman el 14% del PIB mientras que la media de la OCDE es del 105%.
Podemos hablar de que el problema de España es lo que comentábamos al inicio del artículo: una pirámide de población, esperanza de vida y estructura salarial muy diferente a cuando se diseñó el Sistema de la Seguridad Social. Sin embargo, el principal problema al que se enfrenta el país es la falta de cultura financiera en cómo manejar sus finanzas y en consecuencia, exigir los sistemas de pensiones adecuados para el futuro.