En España ya estamos acostumbrados a que sólo la izquierda pueda vender una ideología con superioridad moral, la suya, pese a que del socialismo y del comunismo mundial ya es casi imposible encontrar algo que se salve en la historia. Si acaso, y sólo durante poco más de dos décadas, la socialdemocracia europea, es decir el reparto entre el pueblo de una riqueza creada por el capitalismo europeo, aunque finalmente se agotó pues la socialdemocracia tampoco creaba nada, como el socialismo.

La izquierda es caos y miseria, pero ellos defienden con orgullo lo que jamás existió, el paraíso en la tierra que clamaba su “internacional”, ocultan la historia, incluida la catastrófica experiencia socialista de nuestra segunda república, para vendernos el ideal que ellos representan. Sorprendentemente les funciona, les cuela.

Álvarez de Toledo insistía sin cansancio en la necesidad de dar la batalla cultural, la que Milei ha librado con un aire histriónico de personaje de comedia. Pero no olvidemos que para poder aplicar sus teorías económicas es imprescindible ganar primero en las urnas. Él lo ha logrado con su peluca y su sobreactuación. Milei no oculta sus ideas liberales-libertarias, la Escuela de Chicago, Friedrich Hayek y la argentina boyante que llegó a ser muy superior económicamente a las principales capitales europeas. Milei conoce el camino del éxito y sobre todo conoce el camino del fracaso, el del peronismo, los montoneros, el kirchnerismo y todo el relato de izquierdas que ha hundido Argentina tan abajo como podía llegar a estar, como está.

En España es imposible lograr algo parecido con una estrella liberal fulgurante, el sistema electoral hace casi imposible la victoria de cualquier cosa distinta a uno de los dos partidos dominantes, pero eso no quita nada de fuerza a la necesidad de librar la batalla cultural, de lograr que alguien inteligente vote a un PP más liberal, sin necesidad de disculparse por ello, sin la obligación de añadir al ”yo voto a Feijoo”, un culpable “pese a no coincidir en todo”. ¡Pues claro que no coinciden en todo! Nadie, salvo los incapaces, coinciden en todo con alguien. ¿Acaso alguien se atrevería a decir que coincide en todo con Sánchez, hay alguien tan loco como para decirlo? ¿Y en tal caso con que Sánchez, con el de hoy o con el de hace dos meses?

Batalla cultural, no parar en la lucha contra la ruptura histórica del sanchismo-socialismo y, sobre todo, no nos falles Milei.

¡NO NOS FALLES, CARAJO! A ver si así espabilamos en la madre patria.

 

P.D. Me pidieron que volviera a escribir y vuelvo con ganas