Reflexiones sobre la sabiduría y el respeto que suele dar el paso del tiempo.
Siempre me atrajo el reflexionar sobre los procederes, las actitudes y los fines que nos mueven a las personas. A medida que voy cogiendo perspectiva me doy cuenta de lo vital que es enfocarse adecuadamente.
Con esto no quiero decir que haya un camino único, ni siquiera uno más correcto. Lo realmente esencial es tener un enfoque coherente, soportable y sostenible.
Si a todo lo anterior, le sumamos el ser respetuoso con el diferente, creo que habremos llegado al momento Zen, ese punto en el que somos capaces de sentirnos libres y seguros. Libres para elegir nuestro camino y seguros porque, recíprocamente, nadie se siente amenazado.
Hay más mundos que el de uno y ninguno somos el centro de nada.
¿Y por qué esto nos suena a utopía?
Porque no acabamos de entender que hay más mundos que el de uno y que, por supuesto, ninguno somos centro de nada.
Los sentimientos exacerbados de posesión o de pertenencia hacen ser gregarios de una cerrazón que les aísla a los que los padecen. ¿Realmente están entendiendo que la vida no va de eso?
Hay quien pretende hacer de la negatividad una guía, dividirnos entre amigos y enemigos y cultivar la intolerancia
¿Es un objetivo la convivencia?
Creo que en esa respuesta coincidimos la mayoría, y eso que también hay quien pretende cambiar el Orden consensuado por todos por “su” Orden. Hacer de la negatividad una guía, dividirnos entre amigos y enemigos, y cultivar la intolerancia suelen ser sus signos externos. ¡Que no nos arrastre!
Nuestra decisión es si queremos contribuir a mejorar las relaciones en nuestro entorno o decidimos ser tóxicos. Ese saludo, esa sonrisa, esa respuesta o no respuesta de WhatsApp, etc ¡Sumar o restar!
Eso no significa que no pueda haber desavenencias, distanciamientos o desencuentros, pero de como resolvamos nuestras frustraciones así nos mostraremos como ombligo del mundo o capaces de pasar página, sin estar tan pendientes del retrovisor.
Mientras lo reflexionan. ¡Disfruten de esta primavera maravillosa!