A veces, me vienen a la memoria recuerdos de lecturas o de vivencias que, analizadas y comparadas con el momento actual, te hacen cuestionar aquello de “que otro tiempo pasado fue mejor “. Soy, o creo ser, todo lo contrario de un nostálgico y si comparo los avances en: sanidad, calidad de vida, tecnología y libertades me vengo arriba. Pero luego leo y escucho lo que “nuestros políticos actuales” nos dicen y me entero que estoy soñando o que vivo en un mundo de idiotas y como soy uno de sus sufridos moradores, ya soy un idiota más.

La “Conjura de los Necios” podía titularse este circo por su parecido a la novela de John Kennedy Toole, ganadora del Pulitzer de 1981. Su protagonista un ser anacrónico sueña con ser escuchado y que sus visiones e ideas reinen en una nueva Sociedad. Escribe y escribe y no ordena lo que hace con la esperanza de que algún día pueda hacer realidad su obra maestra. Al final, el mundo en el que vive le obliga a someterse a la realidad, una realidad a la que “nuestra clase política”, una y mil veces nos dirige hacia el abismo y en dirección contraria, al igual que el protagonista Reilly de la famosa novela. ¿Os recuerda a alguien?

Todo lo que está sucediendo en nuestro País es en sí mismo, un insulto a la inteligencia, es la justificación de lo absurdo, es la negación de lo prometido y la clara evidencia de hacia donde nos llevan los llamados representantes de los ciudadanos, representación que se la hemos dado nosotros , con nuestros votos y en función de sus promesas pero, hete aquí que, cuando se alcanza el sillón o el chalet, todo les convierte en esa famosa “ casta “ a la que algunos aludían y en la que todos ellos desean mantenerse.

Ahora resulta que todo ha cambiado, absolutamente todo, es el mundo al revés. Rufián, Otegui, Puigdemont y los que pretendieron un golpe de Estado, son unos demócratas necesarios para el desarrollo de la Democracia, los demás, los que pensamos y que algunos de nosotros hasta escribimos, somos unos fachas o ultraderechistas. Me produce nausea leer que se califique así a personas cuya aportación a las libertades eran antes calificadas como ejemplares.

En su afán recaudador llaman insolidarios a los que salimos a las calles reclamando derechos y cumplimiento de promesas olvidadas después de las últimas elecciones. Clamamos por la derogación de algunos de los impuestos que en Europa se han eliminado, como son Sucesiones, ese impuesto llamado del muerto que se paga dos veces, castigando de esa forma a quienes han comprado su piso y nunca mejor dicho “con el sudor de su frente “ Ahora desean que aquellas Comunidades que lo han eliminado o reducido, lo vuelvan a establecer.

Entretanto, los representantes de Cataluña, esos que protestan y se quejan de que sus empresas hubiesen “emigrado” a Madrid, pretenden elevar la carga fiscal e igualarla “por arriba”, para ellos poder seguir jugando a Embajadas y tal vez, según ellos mismos dicen, “volveremos a intentarlo “. Y en la sombra, con la mano tendida como siempre, el PNV, con su Foro histórico exigiendo su parte en el “botín” de más impuestos que llenen sus arcas y reclamando el traspaso de la Seguridad Social merced a la cual un ciudadano/a vasco cobra 5800 euros anuales más que un gallego o extremeñp.

Y escuchando a miembros del gobierno, me he dado cuenta por fin, idiota de mí, que los demócratas son Otegui, Rufián y compañía, esos que vienen a enseñarnos democracia y según ellos mismos confiesan, a romper España. Y es que, queridos amigos los del clan del 78, los de la Constitución, resulta que somos unos fachas.

Sí, es cierto, soy un idiota y si tú, al leerme, me das un “me gusta” también lo serás.