“No hay gente con los conocimientos y formación necesaria para oficios o puestos necesarios en nuestra industria”
¿Cuándo nace Prefhorvisa y por qué?
Prefhorvisa nace en 1965 debido a la inquietud de Francisco García García, doctor Ingeniero Industrial por la modernización de la construcción en Galicia y la generación de empleo.
Siendo director general de la fábrica de aluminio de A Coruña, perteneciente a INESPAL (Industria Españolas del Aluminio), filial del Instituto Nacional de Industria (INI), decidió dejar la empresa pública por la empresa privada con el objetivo de crear empleo, para lo que creó la primera fábrica de bloques de hormigón industrializada de Galicia.
¿Cómo ha evolucionado a lo largo de los años?
Dado que la fabricación de prefabricados de hormigón necesita de gran cantidad de árido, el proyecto se inició con la construcción de una fábrica y la apertura de una cantera de granito en el conjunto de las instalaciones, de forma que la principal materia prima por volumen estuviera a pie de fábrica.
En sus inicios, PREFHORVISA también tenía una planta de hormigón, fabricación de tubería de hormigón y forjados de vigueta armada y bovedilla de hormigón.
Pero con el tiempo y debido a la gran demanda de bloque de hormigón, la fabricación se concentró en el bloque, siendo los otros productos fabricados en sociedades mixtas con otros socios industriales.
En la actualidad PREFHORVISA fabrica y distribuye toda clase de pequeño prefabricado de construcción, dando solución constructiva a multitud de proyectos y obras.
Cuenta con fabricas en Arteixo (A Coruña), Caldas de Reis (Pontevedra), Outeiro de Rei (Lugo) y Baní (República Dominicana).
¿De qué países y de qué sectores son vuestros clientes? ¿Notáis un aumento en el tipo de construcción o reforma residencial tras la pandemia?
La mayor parte de los clientes de PREFHORVISA son de nuestra comunidad autónoma, si bien nuestro mercado incluye también todo el territorio nacional y Portugal.
Desde el año 2014 nos hemos instalado en la República Dominicana con una fábrica de prefabricados de hormigón, país en el que llevamos ya siete años fabricando y vendiendo bloques de hormigón.
A raíz de esta internacionalización hemos incrementado otra de las ramas de actividad del grupo, como es la venta de repuestos y consumibles para la industria del prefabricado de hormigón, más concretamente el suministro de piezas de repuesto, recambio y desgaste de las fábricas de bloque de hormigón de la República Dominicana.
Por nuestra experiencia de más de 50 años en el sector somos prácticamente autosuficientes en cuanto a los repuestos y consumibles de nuestras líneas de fabricación, experiencia que hemos exportado a este país con muy buena aceptación por las industrias de allí.
En cuanto a la evolución del mercado español en la pandemia, efectivamente hemos notado que, durante el año 2020, primer año de pandemia, el consumo de nuestros productos se mantuvo estable.
Si bien en el 2021 y sobre todo en lo que va del 2022, se ha notado una fuerte contracción, fundamentalmente, en mi opinión debida a la inestabilidad de los mercados energéticos y a la enorme subida de los precios de las materias primas, lo que ha llevado a un incremento de precios que ha motivado la paralización de muchas obras y proyectos.
No solo fabricáis bloques de hormigón, sino que también apostáis por la investigación y la innovación, ¿en qué proyectos trabajáis?
Efectivamente además ser fabricantes de mampostería de hormigón, bloques, dBblok, muros de contención Allan Block, adoquines, baldosas, etc., nos implicamos en el I+D+i, y en estos últimos años formado parte de proyectos como el CENICIENTA, ALFILLER, GEOPOLAR, INNOLIVAR y KEOPS.
Todos estos proyectos, están vinculados a la obtención de nuevos productos prefabricados con nuevos materiales, a la valorización de distintos subproductos o residuos de otras industrias o procesos productivos, o a diseñar actuaciones de lucha contra la erosión y la recuperación de cárcavas en el olivar.
Trabajamos en ellos con la colaboración de distintas universidades españolas y la ayuda del FEDER, la GAIN o el CEDETI, por ejemplo.
¿Cómo habéis vivido la pandemia? ¿Y la crisis posterior?
Realmente la pandemia la vivimos como todos los españoles, con mucha incertidumbre, miedo a lo desconocido y a los vaivenes de las administraciones en cuanto a las decisiones tomadas para paliar sus efectos.
Si bien, como ya comenté, económicamente para nuestro sector no ha sido tan dramática y perjudicial como para muchos otros. Pero, Dios sabe lo que pasará con la crisis posterior, crisis que se ha iniciado con fuerza y que no sabemos que factura pasara a la economía española.
¿Os afecta el desabastecimiento de materiales que sufren en el sector de la construcción o, al ser proveedor en origen, podéis mantener el ritmo de entrega de vuestros bloques?
Afortunadamente no hemos tenido desabastecimiento de nuestras materias primas principales, y por tanto nuestros clientes no han sufrido retrasos en los suministros.
Si bien han tenido que paliar con mayores precios de coste en todos los eslabones de la cadena.
En la rama de exportación sí que ha habido multitud de retrasos, ya que el transporte marítimo en contenedor lleva más de año y medio con precios disparados e incumplimiento de las programaciones en las entregas y servicios, lo que nos perjudica enormemente a la hora de cumplir con nuestros clientes dominicanos, ya que llevamos más de un año sin poder comprometernos en plazo de entrega y precios de los fletes marítimos.
¿A qué dificultades se enfrenta la empresa a día de hoy?
Los grandes retos actualmente vienen de la mano de reducir la factura energética y la contención de los precios de las materias primas.
Pero no es el único reto, ya que otro gran problema a futuro es la falta de personas trabajadoras, y lo digo así porque ya no es políticamente correcto decir trabajadores, a pesar de que las relaciones laborales en este país todavía se sigan rigiendo por el Estatuto de los Trabajadores.
Es decir, que no hay gente con los conocimientos y formación necesaria para oficios o puestos necesarios en nuestra industria o sector, como son mecánicos, electromecánicos, torneros, encofradores, carpinteros, albañiles, palistas, choferes de camión, etc.
Si las administraciones dedicaran sus esfuerzos a mejorar la educación y formación de las personas en lugar de dilapidar tiempo, esfuerzo y dinero en banales metas ideológicas, conseguiríamos avances sustanciales en las muchas dificultades que encuentra la sociedad para mejorar.
Y una vez se haya conseguido una sociedad mejor para todos, discutiríamos sobre si es mejor “trabajador o persona trabajadora”, y lo haríamos sin las arcas vacías.
También será importante la avalancha de quiebras y concursos de acreedores que parece que se están anunciando, lo cual traerá perdidas y desgracias para todos.
Además de estos, también son importantes las innumerables normas que cada día imponen las distintas administraciones para cualquier actividad, normas que cada vez son cada vez más restrictivas y que en muchos casos no ayudan a la mayor productividad y mejora de las empresas y sus trabajadores, si bien con esto no quiero decir que las normas que garanticen la seguridad en cualquiera de sus aspectos no sean necesarias y de obligado cumplimiento por todos, incluida la propia administración.
Y me imagino que muchas de estas dificultades son aplicables a otros muchos sectores de actividad.
¿Cómo veis el futuro de la empresa para este año y el siguiente?