El tensionamiento del crédito en Europa es algo ya real, algo que comenté en este periódico hace unos meses. Hace ya más de 1 año que el Banco Central Europeo comenzó su política de reducción de balance y aumento de las tasas de interés. Este artículo analizará las consecuencias de dichas políticas en la economía europea y española.
Me gustaría empezar con un gráfico de la encuesta de crédito bancario del BCE en el que se puede ver, en la línea negra el cambio neto en la demanda de crédito por parte de empresas y en amarillo para hipotecas destinadas a hogares.
Como se puede ver en el gráfico el crédito de las compañías va con cierto retraso comparado con el de las hipotecas, pero estando altamente correlacionados ambos, lo que nos muestra que según el comportamiento del mercado hipotecario a los pocos meses hará lo mismo las sociedades, al verse los dos afectados por las subidas de tipos solo que con mayor o menor sensibilidad, el dato relevante es como se ha desplomado la demanda para créditos en ambos mercados al comenzar la subida de tipos, la creación de crédito se ha reducido en la zona euro lo cual muestra el impacto a hogares y empresas del aumento de los costes de financiación.
El PMI manufacturero que sería un indicador macro basado en los resultados de una encuesta mensual a empresas manufactureras, tiene un gran éxito al ser muy preciso a la hora de evaluar el estado de la economía y como se ve en el gráfico que adjunto de “Macro Bond” vemos como desde la reapertura Post-COVID los índices manufactureros de la zona euro de media, el francés y el alemán también subieron hasta julio de 2021, a partir de ahí comenzó un pequeño declive y podemos ver como desde julio de 2022 hasta la actualidad han entrado en un declive todavía mayor y más acuciante teniendo Alemania un PMI de 38,8 Francia de 44, 5 y la zona euro de media de 42,7.
Aunque aquí no venga el español ha sido de 48 puntos que ha sido la más baja a los 6 meses es decir que continúa la tendencia del resto de países de Europa y es que por debajo de 50 se considera que hay una contracción económica entonces podemos decir que unido a lo anterior se muestra un deterioro real de la economía europea.
Como comentaba anteriormente la situación en España no es buena y este gráfico que publica el Financial Times mide la evolución de la cantidad declaraciones de bancarrota de empresas e individuos a nivel trimestral desde el año 2007. En el gráfico se ve a la perfección como existe una tendencia desde el año 2016 en la que los individuos empezaron a arruinarse.
Con motivo de la subida de bajada de tipos para frenar los daños de la pandemia durante el 2020 21 y 22 esta tendencia se frenó y se mantuvo plana hasta el 2022 que comenzó la subida de tipos y vemos cómo se ha disparado y se ha llegado a doblar pasando en el 2019 de 1000 personas que declaran la quiebra trimestralmente a después del COVID que fuesen 2000 a ver ahora datos de 4000 personas por trimestre, o 16000 anuales, es decir que se han cuadriplicado en los últimos 4 años.
Por ello teniendo en cuenta todo lo expuesto anteriormente cabe sacar como conclusión que tarde o temprano el mercado laboral comenzará a empeorar como ya está pasando en Estados Unidos que cada vez se recurre menos a trabajadores temporales y cómo se reducen las horas extra, seria la primera fase en el proceso de un aumento del desempleo y el siguiente paso será reducir la plantilla en muchas empresas.