Como todos los que ya peinamos canas, hemos conocido una Coruña diferente a la que ahora vemos. Una ciudad en la que se cuidaba lo que había, donde se limpiaban las calles, se arreglaban los bancos o las farolas rotas, donde se hacía mantenimiento de calles y aceras, donde se respetaban los jardines y donde todo se conservaba razonablemente bien. De esta manera, fuimos una ciudad referente en el noroeste de España, pero ahora las cosas han cambiado.

En este medio digital, muchos lectores han mostrado numerosos ejemplos de desidia y de nefasta gestión de los que nos desgobiernan en el ayuntamiento. Se trata de una imagen lamentable que se puede ver en la calle Sánchez Bregua, cerca de la entrada del parking subterráneo. Se ha permitido su lento deterioro durante años y ahora se ha convertido en un símbolo de una ciudad decadente. Cada vez que llueve los coches salpican a los peatones y algún vehículo ya ha pinchado las ruedas en esta trampa mortal. El problema es que esta situación se produce en todos los barrios, incluso con mayor gravedad que en el centro de la ciudad. 

Lo dicho, La Coruña, quién te ha visto y quién te ve.

CST (A Coruña)