El virus de la COVID sigue circulando y son necesarios refuerzos de vacunación adaptados a las variantes, especialmente para las personas con mayor riesgo de enfermar gravemente y morir.
El enorme impacto humano de la pandemia de coronavirus condujo a la rápida investigación y desarrollo de vacunas seguras y eficaces basadas en modelos existentes, y dio lugar a la mayor campaña de vacunación de la historia. Solo un año después de que la covid fuera declarada pandemia, más de 250 millones de personas en todo el mundo habían sido vacunadas contra el virus que causa la enfermedad de la covid.
Aunque ya no se considera una amenaza significativa para la salud pública, el virus sigue circulando y mutando. Esto significa que siguen siendo necesarios refuerzos adaptados a las variantes, especialmente para las muchas personas con mayor riesgo de enfermar gravemente y morir.
Hoy en día, la reticencia ante las vacunas, la fatiga pandémica y la fatiga vacunal representan los principales desafíos para que la gente se mantenga al día con sus vacunas, incluidas las de refuerzo de coronavirus
Hasta la fecha, en España se han vacunado del coronavirus a casi 106 millones de personas. Esto correspondería a un 96,7 % de las dosis entregadas. Sin embargo, a pesar de la elevada cifra, no todos los ciudadanos han recibido los mismos fármacos. No por el número de dosis, que también influye, sino por el tipo de vacuna administrada.
Asimismo, siguiendo los últimos datos del Ministerio de Sanidad, con fecha de junio de 2023, la vacuna más inoculada fue Pfizer. La estrella de las vacunas. Más de 76 millones de dosis de esta vacuna se inmunizaron a los españoles, mientras que más de 17 millones, ocho millones y dos millones de españoles fueron vacunados, respectivamente con Moderna, AstraZeneca, y Janssen
En España se han vacunado del corunavirus a 106 millones de personas: 76 millones con la de Pfizer, 17 millones con la de Moderna, 8 millones con la de AstraZéneca y 2 millones con la de Janssen
La Agencia Europea del Medicamento ha encontrado un “posible vínculo” entre la vacuna de AstraZeneca “y casos muy raros de trombos inusuales”. El comité de seguridad de la EMA, tras un análisis en profundidad, ha llegado a la conclusión de que los casos notificados de coágulos de sangre inusuales tras la vacunación con AstraZeneca, deben figurar como posibles efectos secundarios de la vacuna.
Hasta hoy 34 millones de personas han sido vacunadas en el Área Económica Europea y Reino Unido con AstraZeneca y los efectos secundarios son mínimos, habiéndose registrado: 169 casos de trombosis del seno venoso cerebral (CVST) y 53 de trombosis de la vena esplénica. Recientemente la EMA a pesar de la baja incidencia de efectos severos ha ordenado la retirada de la vacuna de AstraZeneca por sus graves efectos secundarios.
La EMA ha ordenado retirar la vacuna de Astrazéneca, a pesar d ela baja incidencia de efecto secundarios severos: 222 casos en 34 millones de personas
Los efectos secundarios, ¿son normales?
Como ocurre en todos los medicamentos, tras su aplicación y pasar las tres fases de los ensayos cínicos, aparecen síntomas y con las vacunas de la covid no iba a ser menos. Desde sus primeras inoculaciones se han ido notificando diferentes síntomas.
La ficha técnica de la vacuna de Pfizer, también conocida como Comirnaty, comunicó a los usuarios, a través de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), todos los efectos que pueden sufrir los pacientes tras la inyección de este fármaco.
Los profesionales aseguran que la persona que se inyecta una de las dosis de Pfizer puede sufrir muy frecuentemente dolor, hinchazón, cansancio, dolor de cabeza, dolor muscular, escalofríos, dolor en las articulaciones, diarrea y fiebre. En el caso de los frecuentes, el órgano dependiente de Sanidad apunta: enrojecimiento en el lugar de inyección, náuseas, vómitos, aumento de tamaño de los ganglios linfáticos, malestar, dolor en el brazo, insomnio, picor en el lugar de inyección, reacciones alérgicas tales como erupción cutánea, sensación de debilidad o falta de energía, somnolencia, disminución del apetito, mareo, sudoración excesiva y sudoración nocturna.
Los efectos secundarios de las vacunas del COVID son, en su gran mayoría, de carácter leve o moderado
Sin embargo, aunque no se han comunicado, también se pueden dar casos de extrema gravedad. Entre ellos están la parálisis temporal de un lado de la cara, reacciones alérgicas, tales como urticaria o hinchazón de la cara, inflamación del músculo cardiaco (miocarditis) e inflamación del revestimiento externo del corazón (pericarditis), que puede dar lugar a dificultad para respirar, palpitaciones o dolor torácico.
Moderna, la empresa estadounidense de biotecnología, también ha notificado efectos adversos tras la inyección de su vacuna. Según el departamento de Sanidad: pirexia, cefalea, mialgia, dolor en la zona de vacunación, malestar, fatiga, escalofríos, náuseas y linfadenopatía.
En el caso de AstraZeneca, su ficha técnica ya explicaba algunas contradicciones. Entre ellas estaba la hipersensibilidad al principio activo, anafilaxia, síndrome de trombosis con trombocitopenia, trombosis de venas y senos cerebrovasculares, tromboembolismo venoso, episodios de síndrome de fuga capilar o ansiedad con una frecuencia muy poco frecuente tras la vacunación con la dosis de Vaxzevria.