El invierno demográfico, el envejecimiento de población, la actualización al IPC, el incremento del número de pensionistas y de la esperanza de vida, ha duplicado la factura de las pensiones en los últimos 20 años por encima de los 12.800 millones mensuales.

Cada mes, la Seguridad Social transfiere las pensiones a millones de jubilados que han cotizado durante su vida laboral. El problema viene cuando, en la hucha común de las pensiones, no hay dinero suficiente para afrontar mensualmente el pago. 

El origen de este descuadre se debe a que los jubilados actuales, algunos incluso con más de 40 años cotizados, están recibiendo en su pensión más cuantía de la que cotizaron durante toda su vida laboral. Ante este descuadre, ¿quién está pagando las pensiones de los actuales jubilados?

Hay dos posibles soluciones: 

1.La primera es que las cotizaciones de los trabajadores actuales paguen las pensiones a los jubilados actuales. De esta manera se “parchea” el problema hasta que los cotizantes actuales tengan que recibir sus pensiones, que, siguiendo con el mismo principio tendrán que ser sufragadas por la generación siguiente; y así sucesivamente. 

Foto. El Estado realizó una previsión de transferir 45.000 millones vía impuestos a la Seguridad Social para pagar las pensiones, pero esta cifra puede superar los 65.000 millones en 2024

Pero la diferencia principal, por la que ya no se puede realizar este procedimiento, es por el cambio en la pirámide poblacional de España. La tasa de natalidad en España se encuentra en mínimos, por lo que cada vez hay menos cotizantes por cada jubilado. Actualmente, la media está en 2,2 cotizantes por cada pensionista, y en lugares como Asturias hay menos de 2 cotizantes por cada pensionista.

El incremento imparable del coste total de las pensiones en España provoca que no se puedan pagar solo con las cotizaciones y se tengan que financiar con impuestos casi un 25% del total

2. Ante el fracaso del parche de las cotizaciones actuales, otra opción sería ampliar la base de cotizantes, para así poder mantener la “estafa piramidal”. En ello está nuestro presidente del Gobierno, quien esta semana se encuentra de visita oficial en el África subsahariana para captar talento que emigre a nuestro país. 

Esta es una buena idea si se obviara que existen 3,5 millones de personas (incluyendo los fijos discontinuos) que se encuentran actualmente cobrando una subvención estatal. Si se retirara las paguitas a todos los que rechazan un empleo, no sería necesario importar personas y se cubrirían sin problema los puestos de trabajo ofertados. 

Pero ya que ni con las cotizaciones actuales ni con inmigración se puede hacer frente al desembolso mensual de las pensiones, hay que hallar una nueva solución. Esta solución pasa por pagar las pensiones con cargo a otros impuestos del Estado. Ya que la hucha de las pensiones, que se llena con las cotizaciones de los trabajadores, está vacía debido al gasto de pensiones. La única solución es conseguir este dinero de lo recaudado mediante el IVA, el IRPF, etc. 

El 40% de las provincias españolas no tienen suficientes cotizantes para sostener las pensiones, con menos de dos cotizantes por pensionista

¿Cuál es el problema que surge al pagar las pensiones con impuestos, en vez de con las cotizaciones destinadas a ese fin? Que los impuestos recaudados que se destinan a pagar las pensiones dejan de llegar a otras finalidades: mantenimiento de carreteras y vías, educación, sanidad, justicia, seguridad ciudadana, etc.

Tan solo en 5 años la factura de las pensiones ha crecido en 50.000 millones de euros. En total, entre todos los tipos de pensiones, el desembolso supera los 200.000 millones de euros anuales. A esto hay que sumar que las pensiones se actualizan con la inflación. Para entenderlo, unas pensiones para las que los jubilados no han cotizado se van a revalorizar, por lo que recibirán más dinero aún. ¿Y quién paga todo esto o quiénes dejarán de recibirlo? Las generaciones actuales de cotizantes mediante sus cotizaciones y también sus impuestos.

El gobierno ha tenido que recurrir a préstamos para abonar las pagas extraordinarias de los jubilados y el déficit de la Seguridad Social supera ya los 116.000 millones

La jubilación de la generación de los nacidos en los años 60 y 70, conocidos comúnmente como la generación babyboom, unido al aumento en la esperanza de vida, hacen que las pensiones sean insostenibles. La Comisión Europea ya ha advertido a España que el sistema actual está “tensionado”. Actualmente el gasto en pensiones es el 12,1% del PIB que pasará al 16% en el año 2040, llegando al 17% en el 2050. Todo ello contando que las cifras del PIB aumentan, y dado que el crecimiento de España se financia con deuda, se espera que para el año 2050 España pague entre pensiones e intereses de la deuda cerca del 40% de su PIB.

De los cerca de 200.000 millones de euros anuales que se destinan a pensiones, la Seguridad Social tiene que recibir cerca de 45.000 millones en transferencias directas del Estado con cargo a impuestos. Resumiendo, que 1 de cada 4 euros en impuestos los financia el Estado (y no las cotizaciones sociales de los trabajadores). A fecha de finalización del primer semestre del año, la Seguridad Social ha recibido cerca de 32.000 millones de euros, lo que supone cerca del 70% de lo presupuestado para este año. Es decir, que es posible que el Estado tenga que transferir más de lo presupuestado para pensiones, debido al incremento de éstas debido a las nuevas jubilaciones y por la actualización de estas en función de la inflación. 

En España, la pensión media de los jubilados es un 14% mayor que el salario más habitual de los trabajadores en activo

Después de tomar consciencia de este sinsentido, o “estafa piramidal” según se mire, urgen tomar soluciones. No solamente hay que aplicar financieramente el sentido común y enunciar que las pensiones están quebradas, sino que es necesario valentía para decirle a toso los pensionistas que están cobrando un dinero por el que no han cotizado. Ayudaría también que las generaciones siguientes tomaran consciencia, pues los pensionistas actuales están llevando a valor presente la riqueza de las generaciones futuras. Por lo tanto, las calles deberían estar llenas de los trabajadores actuales protestando por el expolio que se está produciendo por la actual ley de pensiones. 

España gasta 200.000 millones anuales para pagar todos los tipos de pensiones, lo que supone el 12,1% del PIB, de los que cerca de 45.000 millones proceden de transferencias directas del Estado con cargo a impuestos

Debido a la pasividad y al “tragacionismo” de los actuales cotizantes, los jubilados pueden vivir plácidamente con la recepción de unos ingresos con los que no han contribuido y con la tranquilidad de tener satisfechos sus necesidades materiales. Todo ello a costa de drenar riqueza de las generaciones futuras. Tan solo existen dos opciones para realizar un ajuste: negociar una reestructuración paulatina de las pensiones o una reducción drástica en las cuantías de las pensiones para cuadrar el déficit, que se tendría que realizar como tarde en la próxima década.