En el primer semestre de este año se ha gastado el mismo importe que era necesario en todo el año 2008 para paga las pensiones. Más aún, sin contar las pagas extras de este año, en los primeros seis meses del 2023 se han gastado uno 72.000 millones de euros en pensiones; una cuantía similar a la pagada a los pensionistas durante la totalidad del año 2008. Además, teniendo en cuenta la inflación de cerca del 30% desde el 2008, podemos hablar en términos reales que las pensiones han perdido poder adquisitivo (aún habiéndose revalorizado notablemente) y que la factura de las pensiones ha acelerado su crecimiento en los últimos años.
En 2008 se pagaron aproximadamente 8,39 millones de pensiones a 7,64 millones de pensionistas con el coste citado anteriormente de unos 72.400 millones de euros, que se elevaron a 84.500 millones contando las pagas extra. Comparando las cifras actuales con las de 2008, ahora hay un 20% más tanto de pensiones como de pensionistas. Siendo unos 10,04 millones de pensiones y unos 9,09 millones de pensionistas; sin embargo, el gasto se ha duplicado desde 2008, pues estamos a mitad de año y ya hemos gastado lo mismo el ejercicio completo en 2008. En resumen: el presupuesto anual de las pensiones antes de la crisis financiera sirve hoy para pagar la mitad del año o que la Seguridad Social gasta ahora el doble que hace 15 años.
Estas cifras, por el contrario, no se alinean con un aumento proporcional en las cotizaciones sociales. No existe el doble de cantidad tributada de cotizaciones sociales para pagar el doble de pensiones. Hay tres factores a tener en cuenta: I) el aumento de número de pensionistas, II) la revalorización de las pensiones de acuerdo al IPC y III) el efecto sustitución que hace que los nuevos pensionistas entren con pensiones más elevadas que los pensionistas difuntos a los que sustituyen.
Llevándolo al plano micro, la pensión media actualmente asciende a unos 1.195€ mensuales mientras que en 2008 se contabilizaba en 720€. Un 66% de crecimiento del que un 30% corresponde a la inflación. Por lo que podemos decir que la pensión media ha crecido un 36% en términos reales en 15 años. Y recordemos que ahora la pensión máxima ha superado los 3.000 millones de euros
Hasta aquí los hechos. Pero mirando al futuro ¿qué es lo que viene? Pues a priori la factura de las pensiones se irá incrementando cada vez más según pasen los años. Debido a la jubilación de la generación de los baby boomers, se espera que para 2047 haya unos 15 millones de pensionistas, 5 millones más que actualmente. A esto hay que sumar que las cotizaciones durante la vida laboral no son suficientes para pagar la vida jubilada de cada ciudadano.
Desde 2017, la hucha de las pensiones está vacía y el pago de las pensiones se hace con cargo a una transferencia de los presupuestos generales del estado. Es decir, las pensiones se pagan no por las cotizaciones sociales, sino por otros impuestos que recauda el estado. Actualmente la Seguridad Social tiene una deuda con el Estado de 106.000 millones de euros, 6 veces la cantidad respecto a 2017.
La última reforma de las pensiones, aprobada por el actual Gobierno y de la que es responsable el ministro José Luis Escrivá, pretende aumentar la hucha de la Seguridad Social hasta 130.000 millones en 2043 gracias al aumento de las cotizaciones de los trabajadores. Es decir, cotizar más para transferir ese dinero a los actuales pensionistas y confiar en que los siguientes trabajadores coticen para pagar tus pensiones. Un círculo vicioso.
La única esperanza es la Comisión Europea, que ha condicionado el pago de 10.000 millones de euros a que el sistema de pensiones sea sostenible. Para hacer un sistema de pensiones sostenibles se tiene que hacer por dos vías: aumento de las cotizaciones y reducción de las pensiones. O, dicho de otra manera, que nadie reciba más de lo que ha cotizado. Y esto también es extensible a las pensiones no contributivas de personas que no han cotizado nunca en España y son perceptores netos de ayudas. Por muy moralmente puros que nos creamos, España es un país que tiene 48 millones de habitantes, y no tiene el músculo financiero necesario para estar ayudando para siempre a millones de personas; porque si lo hace, entonces quién necesitará ayuda será España.