“La vicepresidenta segunda del Gobierno y líder de Sumar, Yolanda Díaz, ha acudido este viernes a Galicia, donde se ha fotografiado en la playa de la Corna (A Coruña) donde los voluntarios se encontraban recogiendo pellets de la orilla”
Confieso que desconozco la composición de las famosas bolitas o como diablo se llamen. No sé si algún día paseando por la playa encontraré alguna, de ser así, me pararé, la recogeré, la llevaré al contenedor que seguramente estará habilitado para ello.
Lo que sí prometo yo, humilde jubilado, pensionista, agradecido y con ansias de seguir viviendo, es que no llamaré a ningún fotógrafo para que inmortalice tal evento. ¿Quién soy yo para atreverme a tanto?, ¿qué valor tiene que un ciudadano cualquiera anónimo baje a la playa o a las rocas, se descalce y con sus mejores galas se dedique al solidario acto de colaborar para evitar un desastre ecológico?
Para ese menester ya tenemos a una segunda vicepresidenta del Gobierno de Sánchez, ¿o de Puigdemont? Confieso que ahí me pierdo. Yo pido amnistía para los centollos que se les ocurra comerse las bolitas mientras no sean recogidas por la flamante ministra con su preciosa vestimenta, muy apropiada para tal menester.
Para que no exista debate y a alguna persona se le ocurra calificar mi escrito como tendencioso, les aclaro que el mismo sonrojo que me produjo el Sr. Feijoo con una manguerita ayudando a apagar la hoguera, me causa ver a una representante del gobierno, gallega por demás, haciendo el mismo ridículo.
Así, de esa manera no se defiende el prestigio de los frutos del mar gallego, ni se fomenta el turismo. Se hace desde el Consejo de ministros tomando medidas y no confundiendo y ahuyentando a nuestros visitantes.
«La Xunta tendría que estar explicando ya lo que está pasando en nuestro país, a qué riesgos nos enfrentamos y qué puede pasar con la salud pública por el consumo alimentario», ha manifestado. Y yo me pregunto… ¿Qué hace usted, aparte de recoger 14 bolitas? Un poco de seriedad y no aproveche la proximidad de las elecciones, ya que usted sabe muy bien que los gallegos sabemos distinguir entre el posar y el trabajar.
Yo no sé si la Xunta de Galicia fue o no diligente, lo que sí sé es que culpándose unos a otros las bolitas que tiró o le cayeron a un barco en la costa portuguesa, no se recogen solas, aunque usted. consiga retirar 13 o 14.