La economía española sobrevive, en buena parte, gracias a la política monetaria llevada a cabo por la presidenta del Banco Central Europeo.
Dada la insistencia del presidente Sánchez, sobre que la economía española va como una moto y ahora asegurar que va como un cohete, se realizó el anterior artículo donde se pone en evidencia cómo tal afirmación no es cierta. En esta ocasión, iremos más allá, dado que lo poco que tiene de cohete la economía española es gracias a la política monetaria llevada a cabo por la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde.
Uno de los puntos positivos de un régimen de tipos altos es que la población puede ver remunerado su ahorro, algo especialmente bueno para los españoles, dado su carácter conservador. Los Baby Boomers – nacidos en los 60 y en los 70 – poseen una cantidad desproporcionada de ahorros financieros en Europa y, por lo tanto, son beneficiarios directos de los aumentos de las tasas de interés del Banco Central Europeo, ya que reciben esos ingresos a través de la tenencia de bonos del Tesoro o, indirectamente, a través de los intereses pagados en cuentas bancarias, u otros instrumentos de ahorro financiero.
El turismo explica un 70,8% del crecimiento real de la economía española y supone un 12,8% del PIB, lo que equivale a 186.596 millones de euros
Esto supone un ingreso extra con el que las familias están pudiendo cubrirse de la inflación. A medida que envejecen y se jubilan, tienden a gastar una mayor proporción de sus ingresos discrecionales en viajes y ocio; de hecho, los Baby Boomers son los que más gastan en esa categoría. La tesis que sostienen los expertos es que esta combinación de factores conduciría a un auge en la industria de viajes y ocio, lo que ayudaría a respaldar el crecimiento económico español.
El turismo se erigió el año pasado como el principal motor de crecimiento económico de España. La actividad supuso un 12,8% del PIB, el máximo de la serie histórica y equivalente a 186.596 millones de euros, según los cálculos de Exceltur, la asociación que reúne a una treintena de grandes empresas turísticas. El crecimiento en el conjunto del año fue del 13,1% y se repartió de forma intensa entre todos los meses del año, incluido el último trimestre, más allá de la temporada alta. Así, el turismo explica un 70,8% del crecimiento real de la economía española.
La inflación puede ser beneficiosa para un gobierno endeudado como el español
El detonante de los tipos actuales ha sido la inflación, la cual puede ser beneficiosa para un gobierno endeudado por varias razones:
- Se daría una reducción del valor real de la deuda pública, ya que, aunque el monto nominal de la deuda permanece constante o a un ritmo de crecimiento inferior a la inflación, por tanto, al ajustar dicho dato a la inflación, vemos cómo el valor de esa deuda en términos reales disminuye. En un entorno inflacionario, el dinero con el que se devolverá la deuda tendrá menor poder adquisitivo que cuando se contrajo.
- Además, no deflactar los tramos impositivos provocaría un incremento en los ingresos fiscales, porque a medida que los precios de los bienes y servicios suben, el gobierno recauda más dinero a través de impuestos indirectos como el IVA. Además, si los salarios también aumentan debido a la inflación, los impuestos sobre la renta también pueden aumentar.
- Por otro lado, es importante analizar cómo uno de los sectores de la economía financiera, la banca, también se ve beneficiada de la subida de tipos, por dos causas, primero al beneficiarse de márgenes de interés más altos, cuando los tipos de interés aumentan. Esto se debe a que pueden cobrar más por los préstamos (como hipotecas y préstamos personales), mientras que las tasas de los depósitos pueden no aumentar al mismo ritmo, incrementando así el diferencial de interés neto. En segundo lugar, en una época de tipos cero, la banca tenía los mismos gastos que ahora, cuando pueden estacionar el efectivo en el BCE y ganar más de un 4% al año. De ahí que veamos cómo la banca está teniendo beneficios récord.
La banca representa el 30% del peso del Ibex 35, lo que significa que su rendimiento afectará profundamente el rendimiento global del índice, es por ello por lo que la Bolsa española ha tenido uno de los mejores balances a nivel mundial. El impacto que esto podría tener es en un aumento del patrimonio neto de los españoles, además de una posible ola de inversión hacia España, gracias a los buenos rendimientos cosechados desde el inicio de este ciclo.
Y es que, si nos fijamos en esta gráfica, podemos observar cómo, desde el inicio de la subida de tipos señalado con la línea naranja, el Ibex ha subido un 41,2% frente a un 39,27 del Dax o un 31,05 del SP 500.
El impacto en la ciudad de La Coruña también sería positivo, ya que supone un aumento de los cruceros y del turismo en general, y es que tanto 2024 como 2025 serán años récord según el presidente de la Autoridad Portuaria y de los representantes del sector turístico. Basta con ver cómo las subidas de tipos han repercutido, desde 2023, en las cotizaciones de las empresas de cruceros, teniendo rentabilidades de triple dígito desde entonces.
A modo de conclusión, podemos afirmar que, para nuestro país, un régimen de tipos altos durante más tiempo actuaría de forma estimulativa para la economía española, ya que a nivel financiero repercute positivamente sobre la banca y a nivel de la economía real provoca que tanto españoles, como en el resto de europeos, tengan un ingreso extra que, dada la demografía actual y las preferencias del consumo, puede ser utilizado para ocio y viajes, siendo nuestro país el predilecto en Europa como destino turístico, especialmente de sol y playa.