¿Se acuerdan? Pedro Sánchez afirmó de forma contundente: “Con Bildu no pactaré; si quiere se lo repito 20 veces” y mintió, perdón, cambió de opinión. Pues con la corrupción, más de lo mismo.

Sánchez accedió al poder con una moción de censura para combatir la corrupción y seis años después está rodeado hasta el cuello de basura en su ámbito familiar, en su partido y en su gobierno.

Begoña Gómez, Koldo, Ábalos, Aldama, Hidalgo, Barrabés, lingotes de oro, empresarios que llevan bolsas con miles de euros a la sede socialista de Ferraz, la presidenta del Congreso y varios ministros bajo sospecha en el caso mascarillas, Tito Berni, cocaína, prostitución, …

España no se merece un gobierno bajo sospecha de corrupción ni un presidente de Gobierno que miente de forma constante.