Que el sistema público de pensiones español es insostenible es un hecho que se demuestra cada mes con datos demográficos, impositivos y en esta ocasión también por la cifra de transferencia de pensiones a los jubilados por parte del Estado. Este mes es la primera vez en la historia que en España se pagan 12.000 millones de euros mensuales a los jubilados. Resumiendo, más pensionistas que cobran cada vez más es una situación que se une a menos contribuyentes (medido en horas trabajadas) que cobran cada vez menos.

El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, publicó que el coste mensual de las pensiones al Estado ha superado los 12.000 millones de euros. Recordemos que como ya no hay dinero en la hucha de las pensiones, que se nutre de las aportaciones de los cotizantes actuales (que cotizan para pagar las pensiones actuales, no para invertir y capitalizar ese ahorro para luego tener pensión) resulta que desde hace unos años se hacen transferencias desde los Presupuesto Generales del Estado. Es decir, que parte de lo que recibe el Estado por el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y otros impuestos va destinado a pagar las pensiones en vez de a otros menesteres a los que se deberían dedicar.

El modelo de las pensiones debería ser una caja que funcione con autonomía: tanto dinero hay, tanto dinero se puede sacar; que no hay más dinero, pues no se puede prometer revaluar las pensiones al Índice de Precios al Consumo (IPC). Por un uso electoralista de las pensiones, ahora éstas representan el 11,7% del Producto Interior Bruto (PIB) y dan de comer a cerca de 10 millones de pensionistas que, en agregado, no han cotizado lo que están recibiendo.

Para que nos hagamos una idea del crecimiento en el pago de las pensiones, en 2013 el importe mensual de las pensiones era de unos 7.800 millones de euros; ahora 10 años más tarde la factura mensual de las pensiones se ha incrementado en más de 4.000 millones de euros debido a la incorporación de nuevos pensionistas con mayores niveles de cotización media (en el cálculo de la pensión) y la indexación al IPC del sistema de pensiones.

Se pueden poner muchos ejemplos para ilustrar el esquema Ponzi que suponen las pensiones, pero vamos a llamar a colación un caso llamativo: el de los jubilados procedentes de la minería del carbón. En este caso, la minería del carbón cuenta con régimen especial de Seguridad Social que reconoce una reducción de la edad de acceso a la jubilación a los 52 años. Pero lo más curioso es que siendo el sector que menor duración de cotización tiene, ostenta la pensión media más alta: 2.681,4 euros al mes. La pregunta es, ¿y esto quién lo paga?

Después de todos estos datos, el más preocupante es el que aparece en el horizonte cercano, que ya es la realidad en muchas Comunidades Autónomas. Actualmente existen menos de dos cotizantes por cada pensionista en la mitad del país. Extrayendo los datos del informe BBVA “Mi jubilación” las únicas regiones que salen mejor parada son Madrid, con 2,8 cotizantes por pensionista y Baleares, con 2,6. Por otro lado Asturias se sitúa en la cola con 1,2 cotizantes por pensionista.

La progresiva jubilación de la generación del baby boom hará que los actuales desajustes en las cifras de la Seguridad Social se queden pequeños comparado con lo que viene. En las próximas tres décadas la diferencia entre el número potencial de trabajadores (en edad de trabajar, no como empleados cotizando) respecto a los pensionistas pasará de 3,3 a 1,7 trabajadores por jubilado.

Según todos los documentos de análisis sobre las pensiones en España, se otorga a los flujos migratorios la única esperanza para intentar balancear el actual sistema de pensiones. Si no se realiza ninguna otra medida estructural, la inmigración ayudaría a tener más cotizantes por lo que el déficit de la Seguridad Social sería menor; pero seguiría existiendo.

De cara al futuro próximo con todos los datos en la mano, se espera que la cobertura de las futuras pensiones sea menor. Es decir, la comparativa entre el salario medio y la pensión media. Si actualmente ese dato se encuentra en el 62%, en 2050 será del 54%. Por lo que habrá que cotizar más para cobrar menos, y eso en el caso de que se cobre algo.

En definitiva, cada cierto tiempo se publican datos que ayudan a corroborar la estafa de las pensiones. Si esta estafa la hiciera un individuo iría a la cárcel, pero como lo hace el Estado, no pasa nada y todos los participantes son felices hasta que estalle el tinglado. El mes que viene tendremos otro dato y volveremos a avisar a los menores de 50 años, que están cotizando para una pensión que no van a recibir. El que quiera entender que entienda.