Ya lo hemos dicho en muchas ocasiones. Inés Rey no es lo que parece. Intenta vender una imagen de buen rollo y de cercanía, pero cuando le llevan la contraria se le dispara el muelle y sale su verdadera cara. Ayer en el pleno no escuchó, como es habitual en la lideresa socialista, y se montó un lío monumental.

No es que Inés Rey sea dura de oído, es que su prepotencia y soberbia le juega malas pasadas, y el ridículo que ha hecho en el pleno municipal de ayer ha sido antológico. Les cuento lo que pasó: estaba el portavoz popular Miguel Lorenzo, en su última intervención en el pleno, zurrándole verbalmente al gobierno municipal por su desinterés por reclamar al gobierno central por la desastrosa gestión de los trenes de media distancia con continuos retrasos, falta de plazas y averías, cuando hizo mención a los pactos de Pedro Sánchez con Puigdemont y Otegui: “Nos gobiernan desde Waterloo, nos gobierna un prófugo”, afirmó Lorenzo en clara referencia al líder de Junts que huyó de España en el maletero de un coche y que ahora maneja a Sánchez como si fuera un títere.

De repente, a Inés Rey se le cruzaron los cables y le quitó la palabra al portavoz popular acusándolo de haber llamado “delincuente” a Pedro Sánchez. Cuando Miguel Lorenzo le quiso aclarar que estaba en un error, la alcaldesa hizo gala de su prepotencia y se negó a devolverle la palabra para que explicase lo que había dicho. El popular la acusó de “autócrata” e Inés Rey entró en bucle y lo llamó al orden hasta tres veces para, finalmente, expulsar a Miguel Lorenzo del Salón de Plenos del Palacio Municipal de María Pita.

Este espectáculo lamentable de la regidora coruñesa y sus salidas de tono habituales, recordamos su pataleta reciente por no poder intervenir en un acto en el Puerto Exterior en Arteixo con su famosa frase “no soy una azafata del Telecupón” o el desprecio a los coruñeses que no pueden alquilar o comprar una plaza de garaje con su mítica sentencia “el que tiene una vaca, tiene un establo”, avergüenzan a todos los coruñeses y proyecta una imagen hacia el exterior impropia de una alcaldesa que ha de tener temple, mesura y respeto institucional.

Por último, queremos señalar el papelón del todopoderoso Lage Tuñas en el pleno de ayer. Prepotente, barriobajero y chulesco son calificativos suaves para describir su actitud más propia de una barra de bar que de un pleno municipal en el que están representados todos los coruñeses.

Aquí pueden ver la intervención del concejal Roberto Rodríguez pidiendo explicaciones a Lage Tuñas por la sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia que anuló el nombramiento como Jefe de Servicio de Seguridad Ciudadana, Montserrat Paz, que hoy es concejal de Seguridad Ciudadana.

No parece que esta intervención se merezca la catarata de insultos del Sultán de Outes ni la bochornosa intervención de Inés Rey-na I de A Coruña.

Los coruñeses no nos merecemos este bochorno ni a estos personajes que nos (des)gobiernan.