Los antecedentes del disparate.

En estos cinco años, la pareja letal Rey-Lage han fulminado a cualquier persona con criterio propio y espíritu crítico en su equipo de gobierno.

Decía nuestro irrepetible Arsenio Iglesias que “hay mucho que decir, pero poco que contar” y, a la luz del recién alumbrado desgobierno de Rey-Lage, “qué duda cabe” de lo atinado de la famosa reflexión.

Este “alumbramiento” no debió ser parto fácil, puesto que hubo falsa alarma días antes, con una rueda de prensa que finalmente resultó fallida en el anuncio – no hubo nuevo Gobierno – y más fallida en su contenido, teniendo en consideración la sarta de cuentos que la co-alcaldesa nos regaló sobre su balance de gestión municipal, como si a estas alturas, de sus paupérrimos cinco años de mandato, pudiéramos comulgar con ruedas de molino. 

Lo que ha sucedido durante estos 5 años de desgobierno municipal en A Coruña, ha sido una estrategia calculada para lograr el mayor acopio de poder conocido por un concejal, Lage Tuñas

Pero permítanme, por una vez, que ponga el carro delante de los bueyes, puesto que la actualidad manda, y así pase a desgranar las motivaciones y posibles consecuencias del recién remodelado “disastrous team” de los co-alcaldes Lage-Rey y, más adelante, analizaremos los cuentos y cuentas de la gestión del fatídico dúo.

El primer mandato de la co-alcaldesa ya no estuvo exento de cambios, entre ceses, fichajes y extraños movimientos, nos mantuvieron a todos pendientes de sus idas y venidas, como si se tratase de una novela de intriga palaciega.

Lo sucedido en los años 19-23 no fue muy distinto de lo que está ocurriendo ahora y obedeció, fundamentalmente, a una muy estudiada estrategia de acopio de poder del Sultán de Outes, eliminando de su camino a todo posible consejero/a al que la co-alcaldesa pudiera prestar oídos y atención sobre aquello que ya empezaba a ser un secreto a voces: que el aprendiz de Rasputín había entrado en María Pita con una hoja de ruta clara, acumular poder y más poder a costa de lo que fuese y de quien fuese, incluso de ella misma, algo que, en su necedad, parece no haber entendido todavía.

Foto. Lage Tuñas pone y quita a su antojo en el ayuntamiento coruñés a concejales, coordinadores, directores de área, jefes de servicio y funcionarios

En septiembre del 2020, algo más de un año después de ser investida alcaldesa, Lage-Rey “fichan” a la ya ex concejala de Ciudadanos, Mónica Martínez, para entregarle el área de Deportes, arrancándosela al señor Borrego, quién había prestado sus apoyos para que Inés Rey fuese candidata a cambio, precisamente, de que, si se llegaba a gobernar, él llevaría la preciada cartera de Deportes. Primera gran bofetada a un “propio” para apuntalar, un poquito más, un Gobierno que ya daba muestras de estar más desorientado que un esquimal en el Sahara.

Apenas dos meses después, el inefable tándem cesa a Eva Martínez Acón, responsable de la Agrupación Socialista Coruñesa y concejala de Empleo e Innovación Tecnológica, argumentando su poca dedicación, su bajo rendimiento y nulo compromiso con el proyecto que se evidenciaba en el bajo nivel de ejecución presupuestaria, ¡¡le dijo la sartén al cazo!! Ellos, los campeones de la ridícula ejecución presupuestaria. 

Hay una larga lista de “represaliados” por la Rey-na y el Sultán de Outes: Eva Martínez Acón, Juan Villoslada, Mónica Martínez y Esther Fontán

Obviamente lo que subyacía en este cese no era la gestión de la concejala, sino la lucha por el poder orgánico, el particular cenagal tan del gusto del señor de Outes; y así el sultán de Outes convenció a la co-alcaldesa de la conveniencia de hacerse con el control del Partido Socialista en la ciudad, y, para ello, decidió que la eliminación de Eva Martínez Acón del tablero de juego era del todo imprescindible. No obstante, la señora Acón permaneció, para disgusto de ellos y tras reiteradas intentonas de que dejase el acta, estoica y lealmente en su escaño, recordándoles a todos cómo se las gastan este “chungo” dúo, y dando así una lección de ética y estética, al no romper ni una sola vez la disciplina de voto y manteniendo el más absoluto silencio.

Foto. Uno de los mayores escándalos de Lage Tuñas en este primer año de mandato municipal ha sido el llamado Operación Cambio de Uso, donde le pillaron haciendo obras sin licencia y mintió descaradamente en el Pleno municipal

En marzo del 2022, es el señor Díaz Villoslada, sin duda alguna el mejor activo que tenía la co-alcaldesa en sus filas, el que decide abandonar el Gobierno municipal, harto de las injerencias y paralizaciones por parte de Lage-Rasputín en su trabajo al frente de las áreas de Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad. La salida de este político que, según palabras de sus contrincantes de la oposición, es un hombre educado, con acreditada experiencia como gestor, solvente, dialogante, serio y trabajador marcaría un punto de inflexión en el seno del desgobierno socialista. 

Tras eliminar del tablero político a Eva Acón, Mónica Martínez y Juan Villoslada, la alcaldesa y Lage Tuñas fijaron su objetivo en Esther Fontán, una de las personas que más apoyó a Inés Rey para llegar a María Pita

De aquel episodio la “especialista” en comunicación, Emma Cid, diría la famosa frase “no pasa nada, dentro de dos días nadie se acordará de esto”, ¿dos días?, aún hoy el apellido Villoslada resuena en los Plenos del Ayuntamiento en boca de la oposición, como ejemplo de buen hacer. Aprovecho para aconsejar a la señora Cid que se compre una bola de cristal o que se dedique a hacer un máster en artes adivinatorias, porque está claro que esto de la comunicación no es lo suyo.

Foto. Integrantes del Gobierno municipal de A Coruña que han sufrido los bandazos de Inés Rey y Lage Tuñas desde 2019

“Éste es un ejecutivo sólido”, “la ciudad cuenta con un Gobierno estable”, estas frases fueron pronunciadas por la co-alcaldesa, con ocasión de la salida de Villoslada, al mismo tiempo que le organizaban una gran encerrona a la concejala de Medio Ambiente, en la que se la increpó de mil maneras diferentes y ninguna educada, hasta solicitarle la dimisión. Ya que estaban de crisis, por qué no llevarse por delante también a la concejala Esther Fontán, a quién llevaban meses haciéndole lo mismo que a Villoslada.

Tras deshacerse de Juan Villoslada, comenzó una operación de acoso y derribo a la concejal Esther Fontán, tan salvaje, que acabó en urgencias del hospital con un ataque de ansiedad

Sin embargo, la única crisis que provocaron esas indignas presiones fue la de la propia concejala que, en el Pleno de marzo de 2022, que acabaría en urgencias del CHUAC. Aquí también se produjo un “gatillazo informativo” de la lúcida y preclara mente de Enma Cid, que se apresuró a avisar a los medios del envío de un comunicado donde se aclararían los motivos que llevaron a Fontán al hospital y que ello nada tenía que ver con una “discusión natural” en el seno de un Gobierno. Tal comunicado no vio la luz, y fuentes bien informadas señalan que ello se debió a una contundente amenaza por parte de la afectada, que dejó muy claro lo que haría si esa falacia veía la luz. Del mismo modo, Esther Fontán, aguantó estoicamente hasta el final del mandato, cumpliendo con su cometido y haciéndose acreedora de reiteradas muestras de respeto político. 

Foto. Con la remodelación del gobierno municipal tras el primer año de mandato, Inés Rey asume el fracaso de su gestión y el reconocimiento de que los concejales no pisaban los barrios

¿Se puede ser más torpe que, en aras de un supuesto acopio de poder, acabes convirtiendo a tus enemigos poco menos que en sólidos referentes políticos?

Para resumir esta primera parte, todos los cambios que el pernicioso tándem Lage-Rey han operado en los sucesivos Gobiernos municipales, han obedecido a tres objetivos:

  • La acumulación de poder del señor de Outes
  • Los juegos orgánicos en su propio Partido Socialista
  • La permanencia de la alcaldesa como figurita decorativa, llevándose su alícuota parte de lo que sea menester llevarse.

¿Y la ciudad? ¿a quién le importa la ciudad? Desde luego a ellos NO.