A raíz de la pandemia los gobiernos europeos abogaron por un aumento significativo en la emisión de deuda mientras incrementaba al mismo ritmo el gasto público, todo esto para paliar los efectos del confinamiento, al pararse totalmente la actividad económica, pudiéndose producir un efecto contagio masivo.

Con tipos cero y déficits disparados la inflación comenzó a repuntar en la eurozona. Y esos años de excesos han llegado a su fin, primero el BCE comenzó a subir los tipos y veremos las diferencias de visión entre la OCDE y el gobierno socialista.

La OCDE ha recomendado reducir el déficit hasta 3,5 % para el 2024, para ello el gobierno tienes 2 opciones, recortar 6800 millones de gasto público o mantener el gasto y recaudar 6800 millones más, se aboga por eliminar la reducción del IVA a determinados alimentos que esta vigente hasta final de año.

La OCDE es consciente de un término conocido como dominancia fiscal, donde de nada sirve subir tipos si los gobiernos financian su gasto con deuda e incurren en amplios déficits, porque esto es similar a imprimir dinero, y hace que la política monetaria no actúe y sea inútil.

Ahora mismo de seguir al mismo ritmo se acabaría el año con un déficit del 4,75% aproximadamente, similar al de 2022.

Como escritor mi opinión es que el gobierno no va a reducir el déficit porque es la única forma de mantener una economía zombi como la española relativamente viva, y la factura de los excesos que cometan se pagará en el futuro, y es importante mencionar que nos podemos ver obligados a repetir elecciones, además históricamente los gobiernos del PSOE han sido contrarios a la frugalidad.

La OCDE ha pedido ampliar la edad legal de jubilación más allá de los 67 años asi como modificar la cuantía de las prestaciones para reducir gasto esto ampliando los años para calcular la pensión, algo que perjudicara a los nuevos jubilados.

El Ejecutivo socialista hizo este año que durante los próximos veinte habrá dos formas de calcular la pensión: o los actuales 25 últimos años de vida laboral o bien ampliarlos a 29 años de forma progresiva y descartar los dos peores, esta última será la una opción a partir de 2044.