Es importante tomar conciencia sobre el uso inadecuado de medicamentos, que puede afectar significativamente a la calidad de vida del adulto mayor.
La polimedicación es el tratamiento con varios fármacos, de manera simultánea, durante un periodo determinado de tiempo. Muchas personas, sobre todo las de edad avanzada, toman cada día cinco o más medicamentos.
Las personas mayores frecuentemente sufren de varias enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes y enfermedades cardiovasculares, lo que requiere múltiples tratamientos farmacológicos.
Cuando el consumo de varios fármacos se realiza de manera simultánea durante un período determinado de tiempo, se considera, desde un punto de vista cuantitativo, que son pacientes polimedicados, sea cual sea la vía de aplicación de dicha medicación.
La polimedicación es adecuada cuando se realiza con indicación clínica
De forma complementaria y atendiendo a una perspectiva cualitativa, si todos estos medicamentos se usan con indicación clínica, se considera que la polimedicación es adecuada. En este caso, no resulta necesario reducir el número de fármacos, aunque sí lo es mejorar la adecuación terapéutica. Es decir, se debe revisar si los criterios que determinan qué fármaco es el más eficaz y seguro para un paciente en situación ideal se adaptan al paciente real.
En cambio, si alguno de los medicamentos que forman parte del tratamiento no está indicado clínicamente, se considera que la polimedicación no es adecuada. Esta situación entraña diversos riesgos para el paciente, por lo que sí se deben tomar medidas para paliarla, reduciendo al máximo posible el número de fármacos que no sean apropiados.
La polimedicación aumenta con la edad del paciente, muchas veces, condicionada por la coexistencia de enfermedades crónicas y por la mayor esperanza de vida
La polimedicación es un fenómeno que aumenta conforme avanza la edad del paciente. Si hablamos de los factores que han llevado al actual grado de polimedicación de nuestra sociedad son muy diversos. Por ejemplo, la coexistencia de diversas enfermedades crónicas, la mayor esperanza de la vida y la tendencia a la sobremedicación.
En pacientes de edad avanzada, que suelen tener múltiples enfermedades, la polifarmacia suele ser adecuada, pero conlleva un riesgo de efectos adversos y, en ocasiones, un mayor riesgo de morbilidad y mortalidad. Este riesgo es particularmente evidente cuando la polifarmacia incluye medicamentos potencialmente inapropiados: aquellos cuya relación beneficio/riesgo es desfavorable para los adultos mayores.
Se estima que entre un 10% y un 20% de los casos atendidos en urgencias y hasta un 20% de los ingresos hospitalarios en pacientes mayores tienen que ver con eventos adversos relacionados con los medicamentos
Como confirman diferentes estudios, son numerosos los perjuicios que provoca la polimedicación en diversos ámbitos, que van desde la salud del propio paciente a la sociedad en general.

Foto. La polimedicación incrementa la morbilidad del paciente anciano
Demasiada prescripción de recetas inadecuadas entre los ancianos
Por una parte, la polimedicación aumenta la morbilidad del paciente anciano, así como la frecuencia de las hospitalizaciones y la duración de las estancias, el riesgo de caídas y la mortalidad. También empeora su calidad de vida y su capacidad funcional y cognitiva.
Se estima que entre un 10% y un 20% de los casos atendidos en los servicios de urgencias y hasta un 20% de los ingresos hospitalarios en pacientes mayores tienen que ver con eventos adversos relacionados con los medicamentos.
El médico de familia es quien habitualmente controla el conjunto de medicamentos que usa su paciente, pero también los especialistas han de valorar, antes de prescribir, la necesidad de cada fármaco
Por todo ello es necesaria una intervención coordinada por parte de los profesionales sanitarios implicados, los cuales han de actuar y cooperar con el fin de que mejore la adecuación terapéutica al tratamiento por parte de los pacientes.
Aunque es el médico de familia quien habitualmente coordina y controla el conjunto de medicamentos que usa su paciente, también los especialistas han de valorar, antes de prescribir, la necesidad del fármaco en cuestión, así como su eficacia y posibles efectos adversos.
Por otra parte, ninguno de estos profesionales sanitarios ha de olvidar que, con frecuencia, el paciente no es capaz de informar correctamente sobre otros fármacos que está tomando, lo que lleva fácilmente a la polimedicación.
El objetivo común ha de ser reducir los efectos adversos e interacciones entre los diversos fármacos y una mejor adhesión al tratamiento
El objetivo debería de ser el conseguir una reducción de los efectos adversos e interacciones entre fármacos, un mejor cumplimiento de los tratamientos y una mejora en la calidad de vida hacen que los esfuerzos para mejorar y lograr una polimedicación adecuada hayan de encaminarse por esta vía.
La polimedicación puede afectar negativamente a la calidad de vida de las personas mayores, debido a los efectos secundarios y a la carga de gestionar múltiples medicamentos. Es importante tomar conciencia, ya que el uso inadecuado de medicamentos puede afectar significativamente la calidad de vida del adulto mayor.