El otro día hablamos sobre la implementación de carriles bici y la desaparición de cientos de plazas de aparcamiento que están provocando las quejas de numerosos vecinos alrededor de toda la ciudad. A raíz de este artículo varios coruñeses se han puesto en contacto con nosotros para tratar de denunciar otra situación inhóspita que muchos están padeciendo.
Y es que, según cuentan varios ciudadanos que prefieren mantener el anonimato, en La Coruña es completamente imposible obtener una tarjeta Millennium para poder desplazarse a través del transporte público de la ciudad. “Ya no es sólo que nos estén quitando aparcamientos de coches sino que la gente está teniendo barreras para andar en transporte público porque no se puede sacar la tarjeta Millennium. Yo conozco gente que lleva desde enero esperando a que le den cita y no se la dan”.
Al tratar de contrastar estas palabras nos hemos encontrado que otros medios de comunicación se han hecho eco ya de lo que está sucediendo. Es decir, no estamos ante un hecho particular sino que un número considerable de personas se está quejando de lo mismo.
Otro vecino nos cuenta su experiencia. “Yo entré ayer en la página web y no me dejaba pedir cita. No sé qué sucede pero a mi no me funcionaba. Me ponía que no había citas disponibles”. De ser esto verdad, ahora mismo en La Coruña sería completamente imposible poder hacerse con la tarjeta que te permite viajar en transporte público en el mismo momento en el que se están peatonalizando vías en el centro, quitando carriles y, en general, dificultando la movilidad interna mediante el automóvil particular.
“He perdido la tarjeta y no puedo volver a sacarla, estoy pagando 50 céntimos más en cada viaje”, se lamenta una coruñesa. Y es que los cambios urbanísticos que se están promoviendo no solo no están siendo acompañados de una alternativa eficaz y funcional para que la gente pueda seguir accediendo tanto a sus viviendas como a servicios básicos, sino que la mala gestión conlleva que los contribuyentes se queden en la estacada esperando indefinidamente por un cita que les permita acceder a un derecho. Y esto pasa al mismo tiempo que en la ciudad está gobernando un partido que tiene la palabra “obrero” en sus siglas.
En ASCEGA sabemos que esto de esperar por algo que gestiona el Ayuntamiento no es algo demasiado inusual. Nuestros lectores podrán comprobar cómo llevamos bastante tiempo poniendo voz a personas que han sufrido este tipo de experiencias. Y es que últimamente no son pocas las noticias que nos hablan de retrasos en la Administración. Desde la huelga de hambre de Miguel Anxo Abraira hasta la decisión que anunció Alfonso Salazar de premiar al ciudadano que más tiempo lleve esperando por una licencia con un jamón. Esta última iniciativa ha sido recogida por numerosos medios nacionales y ha servido para que muchos tomen conciencia de los problemas de los retrasos.
En definitiva, no se puede pretender realizar cambios tan sustanciales como los que se pretenden con respecto a la movilidad si antes no se es capaz de gestionar las consecuencias derivadas de tales modificaciones. Sin poder dar una alternativa no podemos obligar a las personas a que cambien su modo de vida a peor. Y es que un buen político lo que trata de hacer es mejorar la vida de todos, no tratar de pedir constantes sacrificios mientras se espera indefinidamente por lo que los contribuyentes se merecen.