Sin que resulte sorpresivo para nadie el Consejo de ministro ha aprobado la Oferta de Empleo Público (OEP) ordinaria de 2023 en plena campaña electoral de las elecciones generales del próximo 23 de Julio. A grandes rasgos los números son los siguientes: se convocan 39.574 plazas que suponen un 15,8% más respecto a las 34.151 convocadas en el año 2022.

Estas 39.574 plazas se dividen en 29.818 plazas para la Administración General del Estado, 1.907 plazas para Justicia, 2.833 plazas par la Policía, 2.875 plazas para la guardia civil y 2.141 plazas para las Fuerzas Armadas. Este acuerdo ha sido respaldado por los sindicatos UGT y CSIF pero no por CC.OO que no ha rubricado el acuerdo por falta de información.

De las 29.818 plazas para la Administración General del Estado, 3.500 plazas irán dirigidas a la Seguridad Social para paliar la desatención y el caos de los últimos meses. Otras 1.025 plazas se dedicarán a la gestión del ingreso mínimo vital y otras 2.500 plazas a reforzar la atención al ciudadano en diferentes gestoras de la Seguridad Social. Recordemos que este organismo convocó una huelga, que después retiró, para pedir al ministro José Luis Escrivá más medios de personal y mejores condiciones de teletrabajo.

Según explica el Ministerio de Hacienda, todas las plazas deberán estar convocadas antes del 31 de diciembre del presente año y la oferta deberá estar ejecutada en dos años. Las oposiciones tendrán un máximo de 4 pruebas y una duración máxima de 9 meses. Sobre la posibilidad de que esta medida sea electoralista, la ministra de Hacienda María Jesús Montero ha argumentado que es esta época en la que se suelen aprobar las ofertas de empleo.

Pero vamos a poner la atención no en si la decisión es electoralista o no, sino lo que supone realmente. El empleo público se ha convertido en la segunda “industria” de contratación en España, tan solo por detrás del turismo. Actualmente el país tiene una tasa de paro cercana al 13% (según datos y maquillaje oficial) y es el país de Europa que más paro tiene en personas menores de 35 años, el 26%. Actualmente, es decir antes de esta Oferta de Empleo Público, los trabajadores que reciben una nómina del Estado representan el 18% de todo el empleo en nuestro país y por ponerlo en perspectiva hay más empleados públicos que autónomos en España.

Llama también mucho la atención que la mayoría de las plazas vayan destinadas a la Seguridad Social para trámites de percepción de transferencias del Estado por parte de los ciudadanos. Es decir, paguitas de cualquier índole. Lo más curioso de esto es que no se refuerzan en absoluto las plazas para los organismos que dinamizan la economía española, es decir, los que aportan el valor que sustenta todas las paguitas. Así en la Oferta de Empleo Pública no se destacan plazas para procesos de digitalización, gestión automatizada ni herramientas de Inteligencia Artificial en las que el sector privado está invirtiendo con fuerza.

Tampoco se habla de un reglamento para los funcionarios por el cual tengan que pasar revisiones de productividad cada cierto tiempo (semestral, anual o bianual) para que puedan mantener la integridad de su trabajo. Y es que los trabajadores públicos con plaza fija solo se deben a su honestidad y a su amor propio para tener una productividad cercana al sector privado debido a la ausencia de incentivos y de castigos a su desempeño laboral.

Por poner otro ejemplo, Alemania tiene 900.000 funcionarios menos que España para atender a casi el doble de población. Este hecho se demuestra en las constante duplicidades que exhibe la Administración Pública y a la que ningún partido mete mano por ser el descanso natural de muchos de sus dirigentes.

En conclusión, del mismo modo que en el sector privado se prevé una revolución laboral por la Inteligencia Artificial, que se estima que puede echar al mercado al 18% de la fuerza laboral en menos de diez años; el sector público tendrá que apretarse el cinturón. Y cuanto más tiempo pase más tendrá rupturista tendrán que ser las medidas para disgusto de los funcionarios, pues una vez más, los números no salen.